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Saras Jasikevicius es uno de los entrenadores de mayor renombre en Europa. A pesar de su corta carrera, acumula una gran cantidad de títulos en esta función (5 ligas y 4 Copas de Lituania con Zalgiris, lo que no es una gran hazaña en ese país, pero valen, más 2 Copas del Rey y 1 acb con Barcelona). Igual, no alcanza. 

Y no alcanza porque desde que está con el club catalán (esta es su tercera temporada), han sido más las derrotas que los títulos. Ganó 2 de las 3 Copas del Rey (su mejor tarea), perdió las 3 finales de Supercopa contra el Madrid, ganó solo 1 Liga y cedió la última ante un Madrid sin Laso. Pero lo más grave es que se quedó a las puertas de las dos Euroligas: final perdida ante Anadolu en el 2021 cuando era favorito, y derrota en semis ante el Madrid en la edición 2022. Golpazo.

Ahora no tiene margen, porque además, Saras es un tipo más al estilo antiguo ruso-yugoslavo, de mucha gesticulación hacia sus propios jugadores, críticas públicas y exigencia plena, a la vista. Eso, cuando no se gana, se vuelve en contra, como ya lo han demostrado otros casos, como el de Dusko Ivanovic. 

La cuestión es que Jasikevicius no puede fallar por tercer año seguido en la Euroliga y, si eso ocurre, será tiempo de armar las valijas. Y si eso ocurre, su reemplazo ya está anunciado. Sería el retorno del último gran ganador que tuvo el Barcelona en los banquillos: Xavi Pascual. El catalán de 50 años está un poco olvidado en el Zenit de San Petersburgo a partir de la sanción a los equipos rusos en la Euroliga y, aunque sonó para Maccabi este año, se quedó en Rusia. 

Pascual estuvo 8 temporadas en el Barcelona como head coach entre 2008 y 2016 y logró nada menos que 4 Ligas ACB, 4 Supercopas, 3 Copas del Rey y, sobre todo, 1 Euroliga, en el 2010. Por eso es su reemplazo natural. 

¿Puede esto incidir en el regreso de Leandro Bolmaro tras su reciente fichaje por lo que resta de la temporada en el Lenovo Tenerife? Muchísimo. Porque si Saras se queda, Bolmaro es un jugador de su gusto como para reforzar la defensa del perímetro. Ahora, si Jasikevicius vuela, habrá que ver qué opina Pascual del tema, y ya sería otra historia. Por ahora, el lituano está en su puesto y Leandro en la isla. En 4 meses, todo puede cambiar.