Selección Argentina

A 25 años del Sudamericano que dio inicio a la Generación Dorada

19:27 14/06/2024 | Con 7 medallistas de Oro en Atenas 2004, 9 subcampeones mundiales en 2002 y 5 que luego llegaron a la NBA, hace 25 años la Selección Argentina comenzaba un torneo histórico.

Argentina y un torneo refundacional en 1999 que dio lugar al Oro (La Nueva)

Siempre se habla que el Mundial U22 de 1997 fue el punto de partida para la Generación Dorada. Sin embargo, en la selección mayor ese inicio se dio dos años después en el Sudamericano de 1999 disputado en Bahía Blanca.

Aquel equipo llegó con tres debutantes en Argentina que luego harías historia colgándose el Oro en Atenas 2004. Se trató ni más ni menos que de Luis Scola, Andrés Nocioni y Leo Gutiérrez. Además, se trataba de una seguidilla importante, con este torneo, luego el Preolímpico de Puerto Rico y finalmente los Juegos Panamericanos.

En este contexto, para el libro El Chapu, memorias de un guerrero, Julio Lamas contó los pormenores de la elección de los jugadores. “Yo quería armar un proceso con los jugadores expertos y algunos jóvenes más que en el Mundial -cuenta Lamas-. Milanesio iba a ser el capitán otra vez”.

Pero la realidad fue bastante distinta. Milanesio pensaba ir solo al Preolímpico, algo que Lamas le concedió, como antes lo había hecho con Nicola y Sconochini, pero después renunció por problemas personales también al clasificatorio y decidió que ya no jugaría nuevamente con la selección. Antes del Preolímpico de 1999, la primera baja sensible fue Nicola, pero luego cayeron como dominó las de Osella, la comentada de Milanesio y la de Wolkwyski tras el Sudamericano (por una operación). También había renunciado De la Fuente y Oberto pidió no ir para probar suerte en una liga de verano de la NBA, cosa que finalmente nunca sucedió, aunque tuvo algunas prácticas con los Knicks. Era un panorama desalentador.

Esto abrió lugar a la generación que lograría la gloria eterna y Julio analizó: “Ese grupo de jugadores hubiese llegado de cualquier manera, porque tenía un nivel extraordinario. Aunque no hubiera renunciado nadie, a la corta o a la larga iban a tomar el poder. Es la generación más talentosa de nuestra historia. Entre 1975 y 1982 nació una camada única y no había un plan pensando en el Mundial 2002. Ni de la CABB ni mío. Estuvieron ellos porque se ganaron el lugar”.

Así las cosas, de históricos a este torneo en Bahía Blanca asistieron Juan Espil, Sergio Aispurúa y un ya experimentado en la mayor como Rubén Wolkowyski. Además, de los que habían debutado en el último tiempo tomaron la posta Ale Montecchia, Pepe Sánchez, Manu Ginóbili, Leandro Palladino y Lucas Victoriano. Por último, los debutantes del plantel fueron Andrés Nocioni, Luis Scola, Leo Gutiérrez y Hernán Jasen.

En total de este plantel salieron 7 medallistas de Oro en Atenas 2004 y 9 que fueron subcampeones del Mundial de Indianápolis 2002. También 5 fueron NBA. Pavada de futuro tendrían, y aún no lo sabían.

La nueva composición del plantel, iniciada en Atenas 98 pero muy mejorada en el aspecto físico para 1999, hizo que se confirmara el cambio de estilo comenzado un año antes: “Ese equipo jugaba arriba del aro. Entonces, si bien en Grecia ya habíamos estado muy bien en ataque, ahora podíamos ponerle más presión al balón, cortar línea de pase y provocar más errores en el rival. Teníamos que utilizar las virtudes de tener un equipo joven”, recuerda Lamas.

El Sudamericano era muy especial. Hacía 12 años que no se ganaba y se jugaba en Bahía Blanca, donde se había conseguido el título en 1979 (nada menos que con Alberto Pedro Cabrera, el máximo ídolo local hasta entonces), y con cinco jugadores locales, algo que nunca había sucedido (ni se repetiría): Espil, Montecchia, Ginóbili, Sánchez y Jasen. Argentina arrasó en la fase de grupos y en semifinales le ganó al experimentado Uruguay para meterse en la final contra un Brasil que no había ido con un plantel muy poderoso. Estaba todo dado para ganar el campeonato, pero Argentina jugó muy mal la final y cayó 73-67, quedando en el ambiente una alta frustración. Sin embargo, se notaba que algo había cambiado.

Luego del torneo, Manu Ginóbili habló con Básquet Plus y expresó: “Creo que estos jugadores son el camino como para comenzar a tener una línea de trabajo. Para mí esta es la base y la veo bien con los 2 o 3 jugadores que se puedan sumar. Este grupo es muy unido y tiran todos para el mismo lado. Nadie tiene que pensar en las individualidades. Si se sigue con la misma mentalidad, va a ser muy positivo y no tengo dudas de que vamos a marcar el nuevo camino”.

Un torneo que dejaría el sabor amargo de la derrota final, pero que sería el inicio de una historia que terminaría con un Oro olímpico legendario.

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