Diez destrabó un final tremendo y Peñarol está en semis
23:48 31/05/2015 | Peñarol sacó a relucir su experiencia en el momento más picante y ganó con lo justo a un Bahía batallador. Fue 69-67, con Alejandro Diez como héroe.
. Juego 5: Peñarol 69 - Bahía Basket 67 (3-2)
En un nuevo partidazo, Peñarol se quedó con un triunfo enorme y agónico ante Bahía Basket por 69-67 y se metió en las semifinales de la Conferencia Sur. El equipo marplatense sufrió mucho ante un rival digno y combativo, pero logró destrabar la historia en la última acción de la noche y de la mano de Alejandro Diez, que nuevamente fue el héroe del actual campeón defensor. El interno terminó el duelo con 13 puntos y 7 rebotes, aunque su importancia se volcó más por su gran cierre. En Bahía Basket, la figura y máximo anotador fue Jamaal Levy (19 puntos y 13 rebotes).
La jornada ya había comenzado complicada para Peñarol después de conocer la nueva lesión de Boccia. El rosarino venía recuperándose de su desgarro en el sóleo que lo privó de los Juegos 2, 3 y 4, pero ahora se resintió de una vieja lesión en el gemelo de la pierna derecha (sintió un pinchazo en la práctica del sábado) y quedó descartado del duelo del domingo. Una vez más sin plantel completo, el Milrayitas debió afrontar una dura prueba ante un Bahía que tampoco llegaba completo (Gerbaudo afuera por el resto de la temporada por una lesión en el hombro izquierdo).
Aún con este panorama, Peñarol comenzó el partido mucho más intenso, presionando la salida de Bahía y con mucha agresividad para no dejar que la visita resuelva sus ofensivas con comodidad. De allí se produjo una primera y pequeña carrera de 7-2, provocando cuatro pérdidas en Bahía y ofuscando a un rival que debió modificar su juego para revertir la situación.
El cambio llegó, Bahía reaccionó y lo hizo de la mano de dos claves: la constancia anotadora de Levy (9 unidades en ese arranque) y una defensa ejemplar. Los de Ginóbili sacaron a flote su mal momento, dieron vuelta el resultado pasando a ganar por 12-11 y pusieron en serios aprietos a Peñarol.
La cantidad de variantes ofensivas de Bahía terminaron inclinando la balanza a favor del visitante. Si bien Levy fue el máximo referente en el rubro anotador, sería imposible dejar de lado la solvencia de Whelan, los puntos de Gaskins y la efectividad desde los triples. Además, el rebote defensivo fue otra clave importante. Bahía cerró el primer periodo con 4/6 desde el perímetro, eclipsando a un Peñarol escaso en ese punto (1/6). Así, la diferencia se hizo notar y los bahienses cerraron 27-15.
Bahía le dio continuidad a su buen juego en el inicio del segundo segmento. Ante un Peñarol desordenado y sin ideas, los bahienses sacaron una brecha de dieciocho unidades de la mano de los triples de Redivo y Whelan (39-21). Bahía mostró una faceta sin grietas, ató de pies y manos a Peñarol y parecía adueñarse del partido independientemente de que aún restaba mucho por jugar.
Rivero se vio obligado a reforzar la defensa local y por tal motivo llamó a un tiempo muerto. Desde ese entonces, Peñarol mejoró en dicho sector y Bahía empezó a quedarse sin gol. Los marplatenses se aprovecharon, llegaron los triples (Diez y Gutiérrez) y el local revivió con un parcial de 9-0 para ponerse 39-30 abajo.
En los últimos dos minutos el tinte del partido no varió, el dueño de casa mantuvo su buen perfil y apareció la buena alternativa de Giorgetti. Peñarol se colocó a solo cuatro (39-35), aunque una bomba de Levy destrabó cuatro minutos de sequía en la visita y Bahía se fue al descanso largo ganando por un apretado 42-35.
Los marplatenses salieron al complemento con otra cara, redoblaron el esfuerzo en defensa y pusieron más piedras en el camino de Bahía. Sin embargo, los de Ginóbili lograron mantenerse a flote, con ofensivas muy trabadas ante el ahogo de Peñarol pero consiguiendo réditos interesantes con el tridente Whelan-Vaulet-Levy. El aporte no fue constante, pero cierto empuje le alcanzó para mantenerse (48-41) en los primeros cinco minutos.
Sahdi encestó un triple que arrimó más a un Peñarol que asedió constantemente. Fuera de ello, al Milrayitas le costó atacar el aro bahiense, las defensas de ambos equipos prevalecieron y cada punto encestado era una bocanada de aire para cualquiera de los dos elencos.
El marcador no se movió demasiado pero el partido tuvo un punto de inflexión a falta de 1m30s, con Leiva abandonando el partido por acumular su segunda antideportiva y dejando a Peñarol con un problema importante en la zona interior. Al local le faltó efectividad, y Bahía terminó cerrando el penúltimo capítulo arriba por 53-47.
Llegó entonces el momento de la verdad y Peñarol sacó a relucir toda su experiencia. Con una tremenda chapa para afrontar este tipo de partidos, el cuadro marplatense jugó con la ansiedad de Bahía por convertir (tomó malas decisiones producto del apuro) y encontró grandes respuestas en Osimani. El uruguayo fue vital, sumando seis puntos y anotando un triple que empató el score en 55.
Bahía no salió de su círculo vicioso y se complicó mucho a la hora de anotar. El visitante forzó mucho el uno contra uno y se encegueció ante un Peñarol que supo tener una mayor tranquilidad para oponerse. Bahía no tuvo respuestas ante la defensa rival y, a pesar de que a menos de cinco minutos la diferencia era de solo tres puntos (60-57 para Peñarol), el panorama favorecía para el local.
De todas formas el cierre fue apretado, Peñarol desperdició una serie de acciones a su favor y Bahía se fue acercando a duras penas. El local no estuvo demasiado efectivo en los libres, Bahía aprovechó y descontó levemente aunque también tuvo sus errores (difícil de reprochar porque no engloba su sólida noche, pero Levy marró dos simples importantes).
Pero a pesar de que Bahía ya venía jugando sin una figura clave como Whelan (afuera por acumulación de faltas), la visita demostró un tremendo carácter para no bajar los brazos hasta el último segundo. Y ese carácter llegó de la mano de los más pibes, con Vaulet marrando libres pero tomando un rebote y anotando un doble tremendo ante el mal box out local. El cordobés empujó, pero la remontada se concretó con otro juvenil: Redivo, que anotó una bomba y dejó 67-65 el marcador a 52 segundos.
Otra vez, Bahía pecó en el momento más picante y volvió a fallar. Independientemente de su digna tarea, el equipo bahiense falló su última ofensiva cuando el partido estaba empatado (67-67) y en la siguiente acción no pudo capturar el rebote cometiéndole falta a Diez en la búsqueda por esa bola. El ala pivote, ya sin nada de tiempo en el reloj, fue a la línea y terminó destrabando la historia: certeza con sus dos lanzamientos y final de 69-67 para que Peñarol acceda a las semis del Sur.
Lucas Leiva / [email protected]
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