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Nate Robinson fue uno de los jugadores más recordados de la NBA en los últimos años. Su baja estatura, las volcadas y su estilo rebelde siempre lo convirtieron en uno de los más queridos por los fanáticos de la liga. Fueron 17 las temporadas en las que el pequeño armador militó en el certamen y su presencia jamás se borró.

Sin embargo, hubo un entrenador que le hizo las cosas muy complicadas y Nate siempre lo reconoció. En un episodio de Untold Stories de Bleacher Report, Robinson explicó finalmente lo que pasó cuando Mike D'Antoni, quien era su Coach en los Knicks durante la 2009/10, lo dejó en el banco de suplentes durante 14 partidos consecutivos. 

"Fue difícil. La gente no sabe las cosas que yo solía vivir. Como si intentara reunirme con él, tratar de averiguar por qué no estaba jugando y Mike simplemente no quería hablar conmigo. A veces me ignoraba ... Ni siquiera me lo explicaba", comentó Nate, quien en la NBA también jugó para los Celtics, los Bulls y los Warriors, entre otros.

Incluso, Robinson recordó haber escuchado a los 20.000 fanáticos en el Madison Square Garden cantar "queremos a Nate, queremos a Nate", pero D’Antoni ni siquiera se inmutó, hasta que finalmente el día de año nuevo de 2010, los Knicks estaban listos para jugar contra los Hawks en Atlanta e invitó a su madre a asistir al encuentro solo para sentir que tenía alguien apoyándolo en ese duro momento.

“El juego continúa... Primer cuarto y el entrenador me llama por mi nombre y no me moví. Me quedé ahí, estábamos en el grupo y él me gritaba '¡Nate!' Yo pensaba que él no me hablaba a mí y mis compañeros de equipo me terminaron diciendo '¡te está llamando tonto!'", siguió relatando Nate.

¿Cómo se inspiró luego de un borrón de partidos por culpa del entrenador? Simple: “Me imaginaba que la cara de todos en el equipo era la de D'Antoni". 

Y el saldo fue espectacular, anotando 41 puntos en ese partido y siendo la figura y el factor sorpresa.

Robinson jugaría en 17 de los siguientes 18 partidos para los Knicks antes de ser canjeado a los Celtics por J.R. Giddens, Eddie House, Henry Walker y una selección de segunda ronda de 2014.

"Confieso que lloré después de ese juego, estaba tan feliz". 

Ignacio Miranda/ [email protected]
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