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Andrea Bargnani, el jugador que nunca fue (estrella)

19:38 23/05/2020 | Se fue como promesa. Jamás dejó de ser más que eso. Tuvo buenos años en Raptors y hasta jugó en Baskonia. La historia de Andrea Bargnani.

Bargnani tuvo buenas temporadas en la NBA (Foto: Clutch Points)

Andrea Bargnani. ¿Se lo puede llamar el caso? Quizás. También se puede intentar comprenderlo haciendo un repaso de su historia y de una carrera que jamás despegó. Las cosas pasan y no es malo afrontarlas. Hablar de éxito o de fracaso es banal y la vida es mucho más que una simple victoria o una dura derrota. Lo del italiano pasa por no haber estado a la altura de lo que se esperaba de él. Tenía un talento infinito, tan grande que no supo cómo controlarlo.

Vuelta a los inicios

Andrea nació en Roma, Italia, un 26 de octubre de 1985 y empezó su carrera profesional en la prestigiosa academia de su país llamada Stella Azzurra Roma, que en ese entonces militaba en la Serie B2. En su primera temporada (2002/03) el interno promedió 13.2 puntos y 4.5 rebotes en 23 juegos, dejando muestras excelentes de capacidad de tiro, control del balón y agilidad como si fuera un exterior más. 

En la temporada 2003/04 el europeo fichó con la Benetton Treviso, uno de los conjuntos más poderosos del país. Allí sus prestaciones bajaron y promedió 4.2 puntos y 1.6 rebotes en sus primeros diez partidos. A su vez, empezó a tener rodaje en la Euroliga, en donde tuvo guarismos de 2.4 puntos y 1.5 rebotes. En medio de todo eso ocurrió una coincidencia y el tirador se enfrentó su futuro equipo, Toronto Raptors, en un choque amistoso de pretemporada, el 20 de octubre de 2003, en el Air Canada Centre. 

En ese encuentro el italiano cautivó a los de Canadá, ya que tuvo un gran juego en el que totalizó 13 puntos, cinco rebotes, un robo y dos tapas en 22 minutos. Tras eso, Barganani continuó dos campañas más en la Benetton, en donde empezó a crecer paulatinamente, no sólo en su juego, sino también en lo físico. Tan buena fue esa etapa que Andrea fue elegido la mejor promesa de la Euroliga en la 2005/06, en donde promedió 10.9 tantos y 4.1 rebotes.

Sueño americano

En Estados Unidos su figura comenzaba a asomarse por la ventana y muchos se animaban a compararlo con el alemán Dirk Nowitzki, especialmente por su habilidad como cuatro tirador. Los ruidos se hicieron música y el italiano la escuchó en 2006, cuando decidió presentarse al Draft. Por supuesto, Toronto, que ya lo tenía cronometrado como un reloj suizo, lo seleccionó en la primera posición y el italiano se convirtió en el primer europeo de la historia en ser elegido en ese pick. 

Sus inicios no fueron ideales en su primera temporada en la NBA, pero, como en Europa, el italiano se fue haciendo lugar en la rotación y, luego de la pausa por el All-Star, se convirtió en uno de los jugadores más interesantes del equipo. Desafortunadamente, Andrea debió operarse el apéndice y se perdió un mes de competencia. Así y todo, el tirador volvió a jugar esa campaña y terminó el periplo siendo el segundo más votado para el premio del novato de la temporada, con unos promedios de 11.6 puntos y 3.9 rebotes. 

Antes de que empiece la próxima temporada, Bargnani fue votado por los gerentes generales como el jugador que más chances tenía de tener una campaña de irrupción. Lamentablemente, el cuerpo técnico de Raptors lo movió de posición para emparejarlo con Chris Bosh como ala pivote y las cosas no funcionaron. A su vez, las críticas llegaron, muchos lo acusaron de ser sólo un suave lanzador de tres puntos y los de Toronto quedaron eliminados de playoffs en la primera ronda, ante Orlando Magic.

Su mejor etapa

Para la temporada 2008/09 Andrea Bargnani quería estar listo y se mató entrenando para llegar más fuerte que nunca. Jermaine O´Neal llegó al equipo y él iba a tener que salir desde el banco en la mayoría de los partidos. La idea era clara, querían que fuera más para adentro , en vez de conformarse con el tiro exterior. Físicamente estaba espectacular y aumentó 15 kilos aproximadamente. En la cancha también se lo notaba agresivo, con confianza y personalidad.

Rápidamente después de esos primeros partidos, Toronto puso a Barganani de alero titular y las cosas empezaron a mejorar. Por otro lado, el equipo de Canadá no logró escalar posiciones y cerró la temporada en la décimotercera posición de la Conferencia Este. Pero las noticias para Andrea siguieron siendo buenas y el ocho de julio de 2009 los dinosaurios le renovaron el contrato, a razón de cinco años y 50 millones de dólares. 

En esa campaña los Raptors otra vez quedaron afuera de playoffs luego de caer posiciones sorpresivamente en el último tramo de la temporada regular. Por su parte, Andrea tuvo un excelente rendimiento, con de 17.2 puntos y 6.3 rebotes. Para la 2010/11 el equipo canadiense se quedó sin su figura principal, Chris Bosh, que se fue a Miami Heat, y el italiano debió asumir las responsabilidades. ¿El resultado? La mejor etapa de su carrera en la NBA, en donde promedió 21.4 puntos y 5.2 rebotes.

La gota que revasó todo

El italiano se mantuvo en los Raptors hasta el 2013, cuando la franquicia se cansó de que no cumpla con las expectativas que esperaban de él. El 10 de julio de ese año Andrea fue canjeado a New York Knicks por Steve Novak. Marcus Camby, Quentin Richardson y futuros picks. 

Ese traspaso fue el presagio del ocaso y a partir de ese momento el italiano comenzó a deambular con la liga sin asentarse en ningún por un largo lapso de tiempo. Jugó hasta el 2015 en el equipo de la Gran Manzana y en julio de ese año fue nuevamente traspasado, esa vez a Brooklyn Nets. 

Finalmente, Andrea fue cortado por los Nets el 20 de febrero de 2016 y nunca más volvió a la NBA. En cambio, el tirador tomó la decisión de volver a Europa para fichar con Baskonia. En tierras españolas tuvo algunos partidos interesantes, pero lo suyo ya no era lo mismo y el club y el jugador decidieron llegar a un acuerdo de salida luego de una serie de lesiones de las que Bargnani nunca pudo recuperarse.

El talento desmedido 

Desde ese entonces la pelota de básquet le dio la espalda y el incomprendido italiano dejó de buscar la gloria que durante tanto tiempo le fue esquiva. Hoy reposa sin la presión de sus tiempos de jugador, en donde jamás pudo colmar las expectativas. Un genio sin lámpara, un cazador sin armas. Andrea Bargnani, la estrella que nunca fue. 

 

 

Ignacio Miranda/ [email protected]
En Twitter: @basquetplus
En Twitter: @nachomiranda14

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