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Para Juan Pablo Cantero, la salvación de Lanús dejó sensaciones encontradas. Más allá de la inmensa alegría por haber mantenido la categoría, quedó el sabor amargo del descenso de un Sionista con el que está completamente identificado. A continuación, repasamos las primeras sensaciones del base, tras la victoria en el cuarto partido y la definición de la serie por 3 a 1.

- ¿Qué es lo primero que se te viene a la mente, después de haber conseguido el objetivo de mantener la categoría?

. Desahogo, mucho desahogo. Porque para nosotros venía siendo una temporada buena, estábamos terminando muy bien, pero de repente no cumplimos el objetivo en la última fecha. Ahora sacarnos esta serie de encima, con la presión que exisitía y más allá de haber perdido el segundo partido de local, es un desahogo tremendo. En lo personal es un sentimientro encontrado, por el hecho de que el que perdió fue Sionista.

- ¿Cómo te pegó ese tema?, ¿asimilaste el golpe?

. La verdad que por dentro, siento que no puedo disfrutarlo al máximo. Sionista me dio mucho, jugué cinco temporadas y es mi ciudad. El sentimiento que tengo hacia el club es grande, pero a la vez yo me debía a Lanús. Disfruté mucho este año. El objetivo era salvarse y cumplimos. Nunca había tenido la presión de una serie como esta.

- La sensación es que por el despegue tan bueno que habían tenido en el tramo final de la fase regular, casi que no se merecían estar jugando esta situación.

. Nosotros terminamos a cuatro partidos de Obras que era el quinto y estábamos peleando con cuatro equipos más por no estar en esta situación. Lamentablemente nos tocó. Pero bueno, hoy es anecdótico todo lo bueno que nos pasó al final de temporada. Es lamentable por el hecho de que teníamos muchas más expectativas de estar jugando los playoffs, que esta serie. 

- Contame un poquito cómo llegaron a Paraná desde lo mental, porque imagino que la presión después de haber perdido ese segundo juego, debe haber sido muy dura.

. Fueron días muy angustiantes, porque pensábamos que de local nos podíamos hacer fuertes y que la localía nos iba a hacer fuertes. Eso cambió al segundo punto, donde no jugamos bien y Sionista con Johnson hizo un partidazo. La presión la teníamos nosotros, de poder ganar un juego de visitante para estirar la serie y llegar a un quinto. Lo logramos en el tercer punto, que si lo pensás es lo mejor que te puede pasar, porque llegamos al cuarto más relajado y con menos presión. Sionista tenía que ganar y venía sufriendo mucho de local en los últimos partidos. Con una defensa fuerte le tiramos la presión a ellos y principalmente, tuvimos la claridad que no hemos tenido en otras ocasiones para cerrar el juego.

- ¿Estás ya para analizar un poco lo que fue el final del partido o todavía te cuesta por la emoción y la cercanía?

. Es complicado, con la mente más fría lo voy a analizar mejor. Lo que sí es cierto, es que en el tercer punto logramos una diferencia amplia y eso nos permitió aguantar la venida de Sionista en los últimos minutos. Y en el cuarto fue un partido palo a palo, sabiendo que si era así, podíamos cerrarlo mejor. Tuvimos esa claridad por el hecho de que ya sabíamos que la serie volvía a Lanús. Tiramos tiros muy buenos en el momento justo, defendimos tres o cuatro bolas como nunca en el año y eso nos permitió cerrar bien. Pero la clave fue el tercer punto, para sentir que si perdíamos no pasaba nada, porque teníamos el quinto en casa.

- Es complicado resumirlo, porque es una temporada muy larga. ¿Pero podés hacer un pequeño balance de lo que fue la Liga para ustedes?

. Yo ya tenía un análisis previo. Fue una temporada muy extraña, donde la mitad de los partidos que perdimos fueron en el último minuto o en la última bola. Nunca me pasó en todos mis años como deportista, no tener esa gotita de suerte para al menos sacar un par de partidos. Fue todo muy cuesta arriba. En los últimos 15 partidos levantamos mucho, pero los demás ganaban y por eso no nos permitieron entrar a playoffs. Pero más allá de eso, fue un año que cuando teníamos que cumplir un objetivo, lo dudábamos y no lo cumplíamos. Nos pasó en la última fecha contra Ferro, en un partido clave contra Boca de visitante... siempre nos costó. Por suerte cumplimos el gran objetivo, que fue el único importante del año, como es haberse salvado.

- ¿Y en lo personal qué análisis hacés de tu temporada? Porque estuviste en un nivel alto y casi que sirvió para redescubrirte en la competencia.

. Sí, totalmente. A ver, no estoy sorprendido de lo que jugué. Me tengo mucha confianza y antes de lesionarme he jugado en un gran nivel. Pero sí me redescubrí en la parte física, porque tuve buena salud todo el año y me preparé muy bien. Después de dos o tres años, logré que el físico y la menta vayan en paralelo. Antes intentaba algo con la mente y el cuerpo no me daba. Hoy van todo el tiempo al unísono y volví a disfrutar el básquet. En los momentos calientes me sentí bien como para darle cosas al equipo. En lo individual entiendo que fue una buena temporada, aunque con el equipo no pudimos cumplir con el objetivo de entrar a playoffs. Pero bueno, a medida que pasen los días, seguramente tomaré más dimensión del año que tuve.