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Los ojos argentinos en la NCAA están puestos en este March Madness en Francisco Farabello y su Universidad de Creighton, con quienes llegó al Sweet 16 en lo que es su temporada Senior. Así, va haciendo su propia historia luego de haber heredado el talento y la pasión por el básquet de un Daniel que fue una figura grande del básquet argentino.

Precisamente por la gran carrera de su padre, el joven desde su nacimiento se mudó de manera constante. “Nací en Argentina, estuvimos seis meses en Brasil y a los dos años nos fuimos a Italia por la carrera de mi papá y ahí vivimos cuatro años, después fuimos a España un año y volvimos por otros seis a Italia, para volver a Argentina hasta que mi papá se retiró. A los 16 me mudé a Australia y luego a Estados Unidos” contó en una entrevista con el podcast The Let It Fly Show.

Claro, es que Daniel tuvo pasos por Vasco da Gama, Varese, Menora y Ferrara entre 2002 y 2011, cuando decidió volver a Argentina para cerrar su carrera en La Unión de Formosa y finalmente en Sport Club. Allí jugó Fran hasta 2017, cuando decidió continuar su desarrollo en la NBA Academy de Australia.

“Jugaba contra mis hermanas y siempre quería ganar, pero me quería divertir. Cuando empezó a ser competitivo, solamente quería ganar a todo y quería ser el mejor” contó el base.

Miembro de la conocida clase 2000 de Argentina, disputó torneos con la selección desde U17 a U19 como miembro importante de la camada que tiene a Leandro Bolmaro y Francisco Cáffaro como nombres conocidos ya en la selección mayor.

En 2019 decidió comenzar su experiencia universitaria y llegó a TCU, donde estuvo durante tres campañas. Allí sufrió la pandemia y vivió un duro momento por una afección en su corazón producto del Covid: “Tuve Covid en 2021 y estuve muy enfermo. En la NCAA nos hicieron hacer unas pruebas para regresar a jugar después de haber dado positivo, y después de los primeros estudios me pidieron hacer algunos más. Realmente no pensé que sería algo, pero el ventrículo derecho de mi corazón perdió un 20% de su funcionalidad por pelear contra el Covid. Así que ahí terminó la temporada después de nueve partidos. Fue duro porque tuve que quedar afuera. Fui medicado y tuve que descansar por completo”.

En 2022 decidió cambiar de aires y Ryan Miller, asistente actual de Creighton, fue clave en su elección: “Mi experiencia en TCU fue muy buena. Coach Miller me llevó allí, fue mi primera experiencia en Norteamérica. Me encantó y al final de la última temporada quería hacer un cambio y él fue el primero en contactarme, así que decidí ir a Creighton”.

La mayor parte de su vida deportiva fue como base, aunque ahora se movió más al puesto de escolta: “Cuando crecía realmente me gustaba Ricky Rubio, era increíble. Antes de llegar era más un base que armaba la ofensiva, pero después desarrollé el tiro para los siguientes años y poco a poco me moví al puesto de escolta, pero realmente me gusta ser base”.

Con los Bluejays de Creighton vencieron a Baylor y el argentino fue protagonista con 9 puntos clave. “Llegar al Sweet 16 está entre los mejores momentos de mi carrera. Creo que muchos en América, y especialmente internacionalmente, la gente no entiende lo difícil que es, no tienen idea. Llegar al March Madness ya es un éxito, pero ganar dos partidos y estar entre los mejores 16 es increíble, hace que todo valga la pena”.

Esta no será su última campaña en la NCAA, dado que Farabello decidió tomar la opción que dio la competencia por la pandemia y disputará un año más, pero sin dudas que querrá este viernes ante Princeton seguir escribiendo páginas grandes en la historia.