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Después de un calvario parece llegar la luz al final del túnel para Jonathan Isaac. El jugador de Orlando disputó algunos minutos ya en la G-League y ya empieza a dejar atrás dos años y medio de recuperación de lesiones.

Y este jugador, aún joven, es recordado por haber sido el primero en no arrodillarse en la burbuja por el Black Lives Matter, aquel movimiento en busca de terminar con la violencia racista contra la población norteamericana. Claro, aquel momento le generó una horda de críticas, a las que respondió con una visión religiosa.

“No creo que arrodillarme o ponerme una camiseta sea la respuesta. Para mí personalmente, no van de la mano con el apoyo a las vidas de los negros. Por supuesto que creo que las vidas negras importan, pero para mí las vidas de los negros se apoyan a través del Evangelio. Todas las vidas se apoyan a través del Evangelio” expresaba.

A su vez, el jugador nacido en el Bronx agegaba: “Estados Unidos es el país en el que vivo. Como cualquier país, Estados Unidos tiene sus problemas, pero estoy agradecido por las libertades que hay, la libertad de jugar al baloncesto y la libertad de hacer lo que quiero hacer: la capacidad de protestar o de no hacerlo”.

Con una carrera en el Secundario y la NCAA entre los mejores, el joven saltó a la NBA elegido en el sexto lugar del Draft 2017 por el Magic. Sin embargo, tuvo 27 partidos en su primer año y promedió 5.4 puntos y 3.4 rebotes. Ya allí las lesiones comenzaron a ser una molestia en su carrera.

Luego de una buena segunda temporada, siendo importante para la llegada de Orlando a playoffs, todos esperaban una tercera campaña como su explosión, pero estuvo lejos de ser así. Pero en enero sufrió una dura lesión en su rodilla izquierda y volvió recién en la burbuja. Ahí comenzó con 16 puntos en 16 minutos, pero quedó en boca de todos por el hecho antes mencionado de no seguir a sus compañeros.

Su conexión religiosa no quedó ahí. A los 22 años se ordenó como ministro y ahora tiene un programa propio en el canal JGNTV, llamado Judah (su segundo nombre, y el que más utiliza) Nation Shaw. En el segundo juego de aquellos encuentros en Disney, se rompió el ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda y dijo basta hasta este último fin de semana.

Pero con la vacuna también fue un problema. Isaac fue uno de los que se negó, pero no como Kyrie Irving por ser antivacuna, sino que alegó que ya había tenido la enfermedad y ya tenía anticuerpos, además de aducir que la vacuna no lo prevenía de contagiarse a futuro.

Una historia por demás de llamativa y con la religión en el medio, como tantos otros casos. Ahora, Isaac podrá volver a demostrar el talento que alguna vez paseó por la NBA.