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Joel Embiid ha lidiado con una larga historia de lesiones que han marcado su carrera desde antes de debutar en la NBA. Su primer gran problema surgió en 2014, cuando una fractura en el hueso navicular de su pie derecho lo dejó fuera de sus primeras dos temporadas completas. Luego, su campaña de novato en 2016-17 terminó prematuramente por un desgarro de menisco en la rodilla izquierda, limitándolo a solo 31 partidos. En años posteriores, las lesiones siguieron acumulándose, incluyendo fracturas faciales, desgarros de ligamentos en los pulgares y múltiples problemas en las rodillas que han afectado su disponibilidad y rendimiento.

En la temporada 2023-24, post MVP, Embiid sufrió una rotura de menisco en su rodilla izquierda tras un choque con Jonathan Kuminga, lo que requirió cirugía y lo dejó fuera por casi tres meses. A pesar de estos contratiempos, logró recuperarse a tiempo para los playoffs, donde brilló con una actuación de 50 puntos en un partido, aunque reveló que también estaba lidiando con parálisis facial debido a un diagnóstico de parálisis de Bell. Su participación en los Juegos Olímpicos de París 2024 con el equipo de EE.UU. fue limitada, pero ayudó a la selección a obtener la medalla de oro.

El inicio de la temporada 2024-25 trajo más preocupaciones, con Embiid perdiéndose la pretemporada y varios juegos por "manejo de carga en la rodilla izquierda". Aunque volvió a la acción en diciembre, rápidamente enfrentó nuevas dificultades, incluyendo una fractura sinusal y un esguince en el pie. Su tiempo en cancha se redujo considerablemente, y en enero de 2025 se ausentó durante un mes debido a persistentes problemas en la rodilla. Su regreso en febrero fue prometedor con un triple-doble en su primer partido, pero los Sixers han seguido sufriendo sin su plena capacidad, acumulando una racha de siete derrotas consecutivas.

Según reportes recientes de Shams Charania, Embiid ha estado jugando con inyecciones para mitigar el dolor en su rodilla izquierda y podría requerir una terapia de radiación de baja dosis para tratar la inflamación crónica. En el peor de los casos, los médicos consideran un tratamiento que lo mantendría fuera por más de un año. En lo que va de la temporada, el MVP de 2023 ha mostrado una clara merma en su rendimiento, con su peor porcentaje de tiro de campo (44.4%) y un récord desfavorable de 8-11 en los juegos que ha disputado, lo que pone en duda el futuro de los 76ers y su estrella.