Basquetplus.com

La relación de Fabricio Oberto y Tim Duncan es una muy especial dentro de la carrera del argentino. Es que el interno leyenda de los Spurs fue su ídolo desde que lo vio jugar por primera vez. A su vez, el pivote llegó a la NBA con 30 años, ya no era el rookie que acostumbra llegar a la mejor liga del mundo.

En conversación con The Sound of Spurs, el cordobés contó: “Mi primer ídolo era Marcelo Milanesio, el segundo era Tony Kukoc, pero el otro que conocí en 1996 fue Tim Duncan, desde ese momento lo seguía. Y después tuve la suerte de jugar con él y después de andar en moto con él”.

Pero en el primer año del pivote en la organización texana fue raro para él en relación a Duncan: “Creo que Pop fue el que me dijo que no me preocupara si Tim no me hablaba durante ese primer año. Y yo ya lo conocía de haber jugado en el básquet internacional contra él. Trataba de hacerle algunos trucos internacionales, a él le gustaba mucho jugar en FIBA, no había otra forma de defenderlo”.

Y allí recordó las donas que tenía que llevar: “Yo era el rookie más viejo de la NBA (risas), y tenía que llevar las donas. Había dos cajas que llevar, una de una tienda, y la otra tenías que llevarla de otra, que era para TD”. Y siguió: “Después de algunos juegos fui y le dije ‘¿podemos tener las dos cajas de esta tienda?’, y me dijo ‘no, me gustan las otras’, así que no había chances. Tenía que ir a cinco o diez minutos más lejos”.

Pero lo increíble fue el cierre, donde Oberto afirmó que “lo cómico fue que nunca lo vi comer una”.