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Dirk Nowitzki fue el mejor jugador de básquet de Alemania en toda su historia y también fue una de las principales estrellas que tuvo la NBA. Está considerado como uno de los mejores extranjeros que pasaron por la liga estadounidense. De su mano, los Mavericks consiguieron su primer y único anillo de campeón en la temporada 2010/11.

Dirk llegó en 1998 y jugó más de dos décadas en la franquicia. Cuando arribó, era un equipo que estaba en reconstrucción y en el cual Nowitzki se convirtió en la principal figura para comenzar a liderarlo. Lo hizo de tal manera que lo llevó a la alegría máxima de salir campeones. El alemán fue tan importante que resignó cosas, dinero principalmente, para poder armar un equipo competitivo.

Nowitzki estuvo en el podcast de Philipp Westermeyer y contó cómo fue la situación. “Al principio, se trata de metas personales, quieres llegar, quieres un contrato, quieres ser importante, pero cuando ya has logrado todo eso, tu enfoque se dirige completamente al equipo. Es un ‘sí, quiero, queremos ganar el campeonato”, comentó.

Luego, Dirk agregó: “Para mí era importante tener un buen equipo, por eso renuncié a algo de salario para tener mejores jugadores a mi alrededor y plantearnos el objetivo de ganar ese campeonato. Solo quería un buen equipo. Me daba igual ganar un millón arriba un millón abajo, mi verdadero objetivo era ser campeón”.

Además, comentó: “El título de 2011 fue, por supuesto, mi mayor éxito, nunca lo olvidaré. Ese campeonato fue el punto culminante de mi carrera”. Sobre ese equipo, expresó: “Nuestro equipo llegó a ser excelente, no había solo una o dos superestrellas, todos los jugadores contribuyeron un poco. Cada uno aportó algo. No podría decir si Jason Kidd fue el más importante o si fue Jayson Terry desde el banco, que estuvo increíble, o si se trató del gran Tyson Chandler, que fue crucial para ganar el campeonato”.

Para terminar, habló sobre por qué decidió ganar menos en su contrato para buscar el campeonato: “Sabía que si era inteligente, tendría suficiente dinero para toda mi vida, para mis hijos y probablemente para más generaciones. Nunca se trató de ganar más dinero aquí o allá, de conseguir un millón más”.