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Todos los jugadores que fueron dirigidos por Gregg Popovich destacan la dedicación, el trabajo, el perfeccionismo y cómo los ayudó a potenciar su juego, a crecer, a mejorar constantemente. No hubo nada que impidiera su afán por querer mejorar y salir a ganar siempre, ni siquiera que sea una noche de Navidad.

Boris Diaw fue uno de los jugadores que tuvo una gran explosión en San Antonio cuando fue dirigido por Popovich. El francés luego de jugar en la liga de su país, llegó a la NBA de la mano de Atlanta y tras vestir un par de camisetas, finalmente fue fichado por los Spurs. Ahí ya había otro francés y que era estrella: Tony Parker.

Parker formó un tridente histórico, el más ganador de la historia de la NBA junto a Tim Duncan y Manu Ginóbili. En 2019 le retiraron su camiseta para homenajearlo y Diaw, su compañero francés, contó una anécdota que graficó a la perfección lo que era Popovich.

“A Tony recién lo habían drafteado y me invitó a pasar Navidad con él. Llegué a San Antonio y me dijo: ‘Para Navidad vamos a la casa de Gregg Popovich’. No lo podía creer. Pensaba: ‘¿Pop? ¿El coach? Wowww’”, comenzó Boris. Luego agregó: “No podía entender que se podía hacer eso, pasar la Navidad con el coach. ¡Bueno, vamos! Le respondí”.

“Fui con mi familia y Tony fue con la suya, estaban todos. Fue tremendo porque éramos unos chicos de Francia y había un ambiente familiar. Todos yendo a la casa de Pop. Además quiero contar que me dio celos su bodega de vinos”, continuó Diaw. Boris, íntimo amigo de Tony, reflexionó: “Vi el ambiente familiar y pensé: ‘Tony está en buenas manos. Por lo menos lo cuidan desde el punto de vista familiar”. Posteriormente contó cómo continuó la noche: “Más tarde, entre el plato principal y el postre, Tony y Pop desaparecieron y yo me preguntaba dónde estaban. Así que me fui a buscarlos por la casa, me gusta husmear por ahí y de repente los vi a ambos viendo vídeos del partido del día anterior”.

Diaw no caía de asombro al presenciar ese hecho y recordó: “Pensaba, es Navidad, la gente estaba cenando. Pop le gritaba a Tony: ¡Erraste un tiro!, ¡Perdiste un balón!, ¿Cómo vas a hacer eso?’”.

Por último, para cerrar, Boris hizo un análisis sobre ese hecho: “En la misma noche podía estar el ambiente familiar y el cariño y al mismo tiempo, la preocupación para hacer de que Tony sea mejor jugador día tras día”, resaltando y enalteciendo la importancia de Gregg Popovich como entrenador.