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Jeff Green será compañero de Facundo Campazzo en Denver Nuggets en la próxima temporada de la NBA. Este veterano podría no estar jugando, o más bien podría estar muerto ya que, en 2011, en la revisión previa a cada inicio de campaña, cuando se prestaba a jugar con Boston Celtics, le descubrieron un aneurisma aórtico y fue operado. “Es lo más duro que pasé en la vida” dijo en su momento el alero.

La operación fue a corazón abierto y desde la previa de la operación le aseguraron que podría volver a jugar, pero el jugador ni siquiera pensaba en eso: "Cuando me desperté de la operación ni pensé en la NBA, sinceramente. Solamente pensaba en levantarme de la cama con todo ese dolor, dolor, dolor, dolor, que tenía en el pecho viendo todos esos tubos y cables saliendo de mi cuerpo. Solo quería salir del hospital como fuera e intentar ser normal de nuevo" comentó Green. Sin embargo, siempre recalcó que en cuanto supo que había una posibilidad de volver, se retó a si mismo para poder dar el paso y regresar a las canchas.

A partir de ese momento lleva consigo una cicatriz en su pecho con orgullo: “La muestro siempre que puedo porque es parte de mí, demuestra carácter de mi nuevo yo y me encanta”.

Menos de un año después volvió a ponerse la camiseta de Boston y su carrera siguió camino, hasta la actualidad donde disputará su décimo cuarta temporada y sigue mostrando ser ejemplo de resiliencia.