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No hay dudas que, si hablamos de Chris Paul, estamos mencionando a uno de los mejores jugadores de toda la historia en la NBA. En base cuenta con 20.936 puntos y 10.977 asistencias en toda su carrera y es una de las mayores atracciones de la liga cuando él está en cancha.

No solamente sus números son importantes, y la influencia que tiene el jugador para los jóvenes. Pero también es preponderante en cada equipo en el que jugó y sin dudas que dejó una huella en cada uno de ellos, ya que estuvo presente en la mejor temporada histórica en fase regular, en cuatro de las cinco franquicias en las que participó.

Chris Paul nació el 6 de mayo de 1985 en Winston-Salem, Carolina del Norte desde joven era muy habilidoso para los deportes, ya que practicaba fútbol americano. Pese a que era muy pequeño para la disciplina, se empezaron a notar allí las primeras habilidades de Paul, sobre todo su velocidad.

Se inició en el básquet en la universidad de Wake Forest y allí volvió a deslumbrar con 15 puntos de promedio y 6.3 asistencias en sus dos temporadas. Se quedó en la puerta de conseguir el título en la NCAA, pero llamó la atención de los New Orleans Hornets, que lo eligieron en la cuarta posición del Draft 2005.

Los Hornets llegaban devastados por el huracán Katrina y debieron mudarse a Oklahoma City. De a poquito se fue rearmando la franquicia y de la mano de Chris Paul, en 2008 consiguieron la mejor marca de su historia, con un récord de 56 triunfos y 26 derrotas y fue la primera temporada en la que el base promedió un doble doble en puntos y asistencias, con 22.8 y 11 respectivamente.

Tras cinco temporadas en los Hornets, donde consiguió el premio de rookie del año y varias nominaciones al All Star Game, se mudó a Los Ángeles en 2011 para jugar con los Clippers y formar un big three temible don DeAndre Jordan y Blake Griffin. Tras tres temporadas con buenos números, Chris Paul consiguió también la mejor marca en la historia de la franquicia angelina con 57 triunfos y 25 caídas, además de llegar a las semifinales de conferencia en el Oeste. El base volvió a promediar 19.1 puntos y 10.7 asistencias por partido y se ganó un lugar en el corazón de los fanáticos de los Clippers.

Chris Paul estuvo en Los Ángeles durante seis temporadas y fue traspasado a lo Rockets, para compartir equipo con James Harden. Allí nuevamente dejó su marca, llegando a finales de conferencia donde cayeron ante los Warriors de Curry y Durant, pero nuevamente Houston tuvo la mejor fase regular de su historia en 2018, con 65 partidos ganados y tan solo 17 perdidos, marca absoluta de la franquicia texana. Anotó 18.6 puntos y casi 9 asistencias por partido y fue importante en esa buena gesta, que no pudo concretarse porque se cruzaron con un verdadero súper equipo como Golden State.

Luego tuvo un paso corto por Oklahoma City Thunder, donde no logró récords, pero si tiene un gran cariño. En su última presentación con los Suns visitando OKC, Paul lució unas zapatillas azules con tintes amarillos, en la que tenía escrito: “gracias por todo Oklahoma”. Estuvo una temporada sola allí y partió hacia Arizona para jugar en Phoenix para reemplazar a Ricky Rubio. Tras una temporada estupenda, donde llegaron a las finales de la NBA, este año el equipo dirigido por Monty Williams logró la mejor marca de su historia en temporada regular con 64 victorias y solo 17 derrotas.

Chris Paul es uno de los mejores jugadores de la NBA, y sin dudas uno de los mejores bases de la historia. Por el momento, promedia casi 15 puntos por partido y 10.8 asistencias. Es uno de los jugadores más importantes de la plantilla y se espera un gran desempeño de los Suns en playoffs. ¿Podrán lograr su primer anillo de la historia?.