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Los inicios de Manu Ginóbili en el básquet de mayores estuvieron marcados por el duro descenso con Bahiense del Norte. El “Perdimos papá, perdóname” después de la caída a la segunda división de Bahía Blanca aún hoy se recuerda en las historias del escolta. Sin embargo, la redención fue rápida, con dos títulos que un joven Manu festejó a la distancia.

Un 9 de mayo de 1995, Bahiense debutó con victoria ante Argentino como visitante por 75 a 65 con 10 puntos. A partir de allí, después de un comienzo desde los suplentes, Manu se afirmó como titular, con 18 puntos ante Sportivo, 16 frente a El Nacional, 6 ante La Falda, 21 ante Pueyrredón, 24 contra San Lorenzo, su máxima ante Independiente con 29 y cerró con 24 ante Velocidad.

Allí se dio el receso tras la primera rueda, con Bahiense invicto y el menor de los hermanos promediando 18.5 puntos como la gran figura del equipo. Ya en la segunda rueda del torneo de mayores de segunda división, una lesión dejó a Manu con pocos minutos en la derrota ante Argentino por 78 a 74. Allí, Ginóbili empezaba a trabajar a sus padres para conseguir que le permitieran irse a Andino de La Rioja para jugar la Liga. “Es probable que arregle, pero todavía no estoy decidido, ya que curso quinto año de la secundaria y, de viajar, tengo que retroceder a cuarto, como ‘Pancho’ Jasen, que cursaba sexto y bajó a quinto” contaba en La Nueva.

Así, al poco tiempo tuvo su último partido con victoria de Bahiense en su visita a El Nacional por 71 a 61, donde Manu logró 16 puntos para ser el goleador de su equipo. Esta salida, con la importancia que tenía Ginóbili desde la anotación, costó reemplazarla, pero el equipo de Alejandro Navallo hizo valer su gran primera vuelta y terminó ascendiendo para completar la redención.

Al año siguiente, en 1996, mientras esperaba la convocatoria para jugar con la Sub 22 en el Torneo de las Américas, reforzó a los Sub22 que ya estaban en playoffs. Manu se sumó en el segundo juego ante Comercial, con 16 puntos en la victoria por 100 a 43.

En semifinales ante Liniers consiguió 24 puntos en la derrota inicial por 86 a 79, para remontar con victoria por 71 a 66, con 29 de Manu, y cerrarlo con un sufrido éxito por 81 a 78, con 19 del menor de los Ginóbili.

Allí sería tiempo de ponerse la celeste y blanca, pero sus compañeros hicieron el resto. Es que Bahiense superó en dos partidos a Olimpo, sorprendiendo a absolutamente todos ante el bicampeón de la categoría, y levantaron el título, ya con Manu festejando a la distancia. Curiosamente, ambos sin poder llevarse la camiseta de Bahiense campeón.