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Cuando compró plaza desde el Torneo Federal, nadie posiblemente esparaba que Independiente de Oliva lograría lo que ayer consiguió en Zárate, alzarse con el título de la Liga Argentina y el ascenso a la Liga Nacional. Sin embargo, no dejó ningún tipo de dudas y realizó una de las mejores, sino la mejor, campaña de la historia.

Habían armado un equipo donde solo tenían experiencia en la categoría Lucio Reinaudi (202 partidos en cinco temporadas), Fernando Martina (tres campañas y un ascenso con Ciclista Juninense, pero toda una carrera en Liga con título en San Lorenzo), Joaquín Noblega (en Estudiantes de Tucumán) y Agustín Pautasso (una temporada en Sportivo Las Parejas). Apostaron a un Salvador Giletto que venía siendo figura en el Federal, y terminó pagando con creces la confianza.

Y así fue como arrancaron, con siete triunfos seguidos en la primera fase y la clasificación al Súper 8. Allí llegaron con 12 triunfos en 14 juegos y arrasaron, vencieron a Estudiantes de Concordia, San Isidro y Central de Ceres, para levantar el título de media temporada. A partir de ahí ya habían cambiado los ojos de sus rivales, que ya veían en ellos un candidato muy posible al título mayor.

Y la segunda fase confirmó los pronósticos, con 23 victorias en 28 partidos y sin perder nunca en fase regular dos juegos de manera consecutiva, lo que mostraba una enorme capacidad de recuperación.

Y justo en cuartos de final vinieron las dos derrotas seguidas, frente a Independiente de Santiago del Estero, el único equipo que los puso en jaque. Pero reaccionaron, ganaron en Santiago y luego en Oliva y clasificaron.

A partir de allí siempre perdieron un juego en casa hasta ser campeones de la Conferencia Norte, logrando seis triunfos en condición de visitante, cerrando las series fuera de casa tanto en semifinales como en la definición de la Norte, venciendo a un Barrio Parque que los había vencido en tres de sus cuatro enfrentamientos en la fase regular.

Pero la definición del torneo fue otra historia. La baja por lesión de Fernando Martina parecía un golpe durísimo, pero el equipo de Martín González no desvió nunca la vista de su objetivo y dominó prácticamente toda la serie a Zárate Basket, para quedarse con un título absolutamente merecido y que no dejó dudas esta vez de quién fue el mejor de la Liga Argentina.