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La Copa del Mundo FIBA 2023 ha sido un auténtico vaivén emocional para el equipo de Estados Unidos, que viene de una dura derrota frente a Lituania que los tomó por sorpresa, pero quizás la mayor decepción de todas ha sido el rendimiento de Brandon Ingram, quien en un nuevo rol, sigue sin adaptarse al juego y parece a un nivel muchísimo más bajo que los demás.

En su momento, Ingram fue considerado una de las jóvenes promesas del mundo NBA con los Pelicans, pero sus contribuciones insípidas en el escenario internacional dejaron perplejos a todos en el staff de Estados Unidos, donde perdió su puesto y parece no poder rendir si no es siendo el único foco ofensivo. Algo extraño para un jugador que en las últimas temporadas, mostró flashes de ser un pasador mejorado y encontrar su mejor versión jugando de forma colectiva más que individual.

Las estadísticas de Ingram en el torneo distan mucho de ser inspiradoras. Con un promedio de apenas 5.2 puntos, 2.6 rebotes y 2.8 asistencias por partido, ha tenido dificultades para tener un impacto significativo en un equipo que cuenta con una serie de estrellas. Tales números poco impresionantes de un jugador que se esperaba que fuera un contribuyente clave han sido difíciles de aceptar para él y para el cuerpo técnico.

La decepción en torno al rendimiento de Ingram se ha vuelto tan evidente que fue eliminado del quinteto titular. Steve Kerr reemplazó a Brandon Ingram con Jalen Brunson, y el equipo de Estados Unidos pareció mejorar y ser más efectivo, aunque con Ingram o sin él, el conjunto americano sigue dominando a todos (salvo Lituania) sin complicaciones. Así de buenos y profundos son, pero también marca lo poco importante que es un jugador que supo ser All-Star y el jugador franquicia de New Orleans con tantas lesiones de Zion Williamson.

A este paso, con la poca diferencia que marca incluso cuando está en cancha con buenos números (ante Lituania anotó 10 puntos y fue su primer juego del Mundial en doble dígito anotador), la realidad es que Ingram está pasando desapercibido hasta en el marco de la creación de juego, un rol que se le dio desde el banco y no puede explotarlo.