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Desde su retiro de la NBA en 2013, Grant Hill se convirtió en un hombre importante del básquet desde su función dirigencial. Es miembro del Salón de la Fama, copropietario y vicepresidente de los Atlanta Hawks y miembro de la junta directiva de la NCAA. Además, está en el consejo de administración de la Universidad de Duke, es inversor, locutor y orador público.

El campeón de los Juegos Olímpicos Atlanta 1996, desde agosto tendrá una nueva actividad, será el director gerente de la selección masculina de USA Basketball, cargo que es ocupado por Jerry Colángelo hasta que finalicen los Juegos Olímpicos Tokio 2020. En el horizonte del representativo nacional están la reanudación en noviembre de la clasificación para la Copa del Mundo del 2023, en la cual casi con certeza la enfrentarán con jugadores de la G-League; y el proceso de los Juegos Olímpicos París 2024, entrenamientos, jugadores de la NBA que podrán estar presentes para comenzar a reclutarlos y trazar un plan para ambos eventos, decidir si se afrontarán ambos con un núcleo central de jugadores.

"Otra oportunidad para representar a mi país, para servir a mi país en esta función, esa fue la razón para mí", dijo Hill. “Creo también comprender lo importante, lo significativa que fue la experiencia olímpica para mí en 1996 y quiero ayudar a recrear a los jóvenes que están llegando a la NBA y quieren ser parte de esto. Es casi una vocación en muchos sentidos".

“Sin duda, estos son zapatos grandes para llenar”, dijo Hill. “Jerry ha sido increíble. Su visión, pensamiento estratégico, su voluntad de lograrlo. Domina una habitación con su presencia. He visto a otros que han sido leyendas en el juego simplemente tener tanta reverencia por él, y con razón. Quiero decir, me senté con él y acabo de hablar sobre su carrera. Estoy asombrado de muchas cosas que no sabía sobre sus diversas contribuciones al baloncesto".

“Tuve una carrera increíble como atleta”, dijo Hill. “Y ahora, seguir trabajando y servir en este juego en particular en varios roles, incluido este, es consistente y está alineado con lo que siento sobre el juego del baloncesto. Es una oportunidad de liderazgo increíble, un desafío increíble, pero realmente surge del amor por el juego y del deseo de seguir trabajando en él, servirlo y hacerlo mejor para quienes vengan después de nosotros”.