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Las historias de Larry Bird y sus burlas para los rivales son conocidas, así como sus legendarios partidos. Y en la primera ronda de playoffs de 1985 los Cavaliers lo pidieron y tuvieron su merecido.

Había pasado el tercer juego de la serie con victoria de Cleveland en casa por 105 a 98, lo que hizo ilusionar a la fanticada. Y el propio Bird no jugó por una lesión en el codo, por lo que los presentes en el Coliseum celebraron cantando “queremos a Bird”.

Larry se encontraba mirando el partido por televisión con hielo en su codo derecho y fue consultado por eso al día siguiente. Allí, en la atención a la prensa expresó sin dudar: “Los escuché, si me quieren, me van a tener. Les voy a dar mañana a la noche”.

Pero no se quedó ahí y se burló de los hinchas de Cleveland: “Eso pasa cuando estás acostumbrado a tener solo 3000 personas y de buenas a primeras aparecen otros 17 mil. No saben mucho de básquet. No me quieren a mí, no quieren ninguna parte de mi”.

Uno podría preguntarse si la historia terminó con final feliz para los Cavaliers, pero fue todo lo contrario. Los Celtics cerraron la serie con victoria por 117 a 115 y Bird fue la enorme figura con 34 puntos, 14 rebotes, 7 asistencias y un 65% de campo en 42 minutos en cancha. Lo pidieron, lo tuvieron.