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Ty Lawson pasa un momento turbulento, tanto en lo deportivo como en lo extradeportivo. En lo que al básquet respecta, los Nuggets no paran de incorporar bases (Emmanuel Mudiay, Jameer Nelson) y su salida de la franquicia parece un hecho. Sin embargo, sus mayores problemas los tiene con la ley.

El base fue arrestado por segunda vez en el año en la madrugada del martes, por conducir ebrio en la ciudad de Los Angeles. Luego de estar varias horas detenido, Lawson tuvo que pagar 5000 dólares de fianza para conseguir su libertad. En enero también había tenido inconvenientes de este tipo, al conducir a 100 kilómetros por hora en una zona donde el máximo era de 55.

Pero la historia no termina ahí. En el 2008, mientras todavía era parte de la Universidad de North Carolina, el base fue detenido en dos ocasiones: una nuevamente por manejar en estado de ebriedad y la otra, por una denuncia de su pareja por violencia doméstica.

Viendo todo esto, ¿se puede culpar a Denver en estar buscando otro camino para el puesto de base? Desde afuera, no parece que Lawson se esté ayudando demasiado a sí mismo y veremos cuál es su futuro en la liga.

En la 2014/2015, el ex UNC disputó 75 partidos durante los cuales promedió 15,2 puntos y 9,6 asistencias, dentro de unos Denver Nuggets que apenas ganaron 30 encuentros contra 52 derrotas.