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NBA

Derrick Rose, la historia completa del MVP más joven

23:30 05/01/2025 | Salió de bien abajo y generó un impacto en la NBA. El 28 de abril del 2012 se rompió el ligamento cruzado anterior y nada volvió a ser igual. Los Bulls le van a retirar la camiseta y por eso repasamos su vida.

Derrick Rose con su MVP en el 2011

Muchos jugadores tienen reconocimiento y son adorados por el público gracias a lo que demuestran dentro de la cancha, a raíz de ese talento especial que sorprende. Otros tantos mezclan eso con el hecho de que salieron de abajo, y es la misma fanaticada la que se siente identificada en estos héroes con ropa deportiva que lograron emerger en lugares que pocos pueden, como lo hizo Derrick Rose.

Crecer sin un padre, en un barrio complicado, donde la delincuencia y la droga rondaban y las oportunidades eran pocas, fueron tal vez los primeros obstáculos que le puso la vida para formar una personalidad que luego lo ayudaría a reponerse de las malditas lesiones. Él era un niño con las orejas grandes, que tenía el apoyo incondicional de una madre y una abuela. Ya usaba su talento en el baloncesto para conseguir dinero en los parques de Englewood. Su capacidad con la pelota en las manos era indiscutible y años más tarde llenaría de ilusión a la misma ciudad en la que creció. Los años pasaron y fue creciendo; ya en el high school empezó a demostrar que era imparable, con toda esa explosividad característica que llevó a que la escuela secundaria Simeon Career Academy lo becara. Fueron dos campeonatos estatales consecutivos los que logró el, en ese entonces, dorsal 25, en honor a Ben Wilson (jugador promesa de esa preparatoria, fallecido en un tiroteo el día antes de su graduación).

Su capacidad para dominar en la secundaria lo depositó rápidamente en la Universidad de Memphis para vestir los colores de los Tigers. Allí siguió rompiendola y puso a su equipo en la Final Four de la NCAA. Finalmente cayeron contra los Jayhawks de Kansas pero, sus números en su primer año en la universidad (14.9 puntos, 4.7 asistencias y 4.5 rebotes por partido), lo llevaron a ser elegido en el pick número 1 del draft del 2008. Su ciudad natal volvería a tener ese mágico talento, pero no en Murray Park ni en la cancha del colegio, sino en el histórico United Center. Rose había vuelto a Chicago.

Los Bulls no figuraban entre los equipos contendientes antes de que aparezca Jordan. Brillaron durante esas décadas, ganaron 6 anillos y luego cayeron nuevamente. El draft otra vez le devolvió al pueblo la ilusión. Fue una máquina anotadora en sus primeros partidos y ganó el Rookie del Año, llevando al equipo a los playoffs. En 2010 ya era All Star, salía campeón del mundo con el USA Team y estaba destinado a dominar la liga. El año 2011 fue aquel en el que rompió récords y logró lo que nadie había podido: fue el MVP más joven de toda la NBA. Fueron 62 victorias para Chicago y promedios de 25 puntos, 7 asistencias y 4 rebotes para D-Rose. Al otro MVP de la historia de los Bulls tal vez lo conozcan: Michael Jordan.

Si en ese entonces se realizaba una encuesta para elegir a los jugadores que dominarían la liga durante los siguientes 10 años, era imposible que Rose no apareciera entre los más nombrados. El destino fue macabro y entorpeció una carrera que pudo haber sido de oro. Era la primera ronda de los playoffs de 2012 y los Bulls enfrentaban a Philadelphia 76ers. Partido liquidado (99 a 87 a falta de un minuto para el final), caída en dos tiempos y una rodilla izquierda que se desestabilizó, generando una rotura del ligamento cruzado anterior. Nada volvió a ser igual.

Se perdió esos playoffs, obviamente, y también toda la siguiente temporada. En 6 años tuvo que soportar un cóctel de más de 10 lesiones. Unas rodillas inestables en un jugador tan explosivo eran incompatibles. Nunca más pudo jugar más de 65 juegos en una temporada. Siempre luchó contra la rendición: pasó por los Knicks, los Cavaliers, hizo llorar a todos cuando metió 50 puntos en Minnesota, siguió en Detroit, volvió a Nueva York y finalmente llegó a Memphis, donde jugaría sus últimos partidos.

El 26 de septiembre de 2024 anunció que esa carrera que empezó a gestarse en Murray Park llegaba a su fin. Lo que pasó no se puede cambiar, pero qué lindo hubiese sido poder disfrutar de esta leyenda sana durante muchos más años.

Por ser el MVP más joven, por devolverle la ilusión a la ciudad después de MJ, por nunca rendirse y por mucho más, la camiseta de Derrick Rose, con su mítico dorsal número 1, estará para siempre en la cima del United Center, codeándose con la 23 de Jordan y la 33 de Scottie.
 

Francisco Basiglio Godoy/[email protected]
En Twitter: @basquetplus
En Twitter: @Franbasiglio5

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