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Generalmente se suele decir que la historia no pesa demasiado a la hora de los enfrentamientos actuales. Sin embargo, cuando la misma involucra a varios protagonistas de uno y otro lado, la importancia pasa a ser otra. Ese es el caso de San Antonio y Memphis, equipos que se han visto las caras en repetidas ocasiones en las últimas campañas, con triunfos para los dos lados. ¿Quién prevalecerá en esta 2016/17? 

Como es lógico para un equipo que ganó 61 partidos en la fase regular y que se enfrenta a otro que apenas triunfó en 43 ocasiones, todo el favoritismo de la serie va para el lado de los Spurs. Los de Popovich tiene en mente mejorar la semifinal de conferencia del año pasado y por qué no, ilusionarse con un nuevo título. El camino no será nada fácil y no solo hacemos referencia a los Warriors o a los Rockets... Memphis también puede meter en problemas a los texanos.

Los Grizzlies, bajo la conducción de David Fizdale, han tenido un cierto cambio en su estilo de juego. El triple es mucho más protagonista de su ofensiva, mientras que han priorizado la versatilidad defensiva de JaMychal Green, por encima de la calidad y la potencia de Zach Randolph (ocupa la función del sexto hombre). De todas formas, al igual que su rival de primera ronda, siguen con un básquet metódico y de pocas posesiones. Que nadie espere demasiados encuentros con ambos pasando los 100 puntos en este cruce.

El problema de Memphis a la hora de imaginar una posible sorpresa, pasa por el físico. Primero perdieron a su alero titular (Chandler Parsons), mientras que en los últimos días supieron que tampoco podrían contar con su escolta inicial, Tony Allen, un jugador clave para estas instancias por su energía y aporte defensivo. Sin ellos, Fizdale probablemente se incline por el veterano Vince Carter en la posición de escolta y James Ennis como alero, teniendo que bailar con la más fea: marcar a Kawhi Leonard. Memphis terminó muy mal la fase regular y debe dar un giro de 180 grados en su juego para poder imponerse a los de Popovich.

De todas maneras, los Spurs también llegan con sus interrogantes. Más allá de sus 61 victorias, el equipo nunca terminó de encontrar una versión ideal desde lo colectivo, sobre todo en su quinteto titular: dependieron muchísimo del talento de Kawhi Leonard y LaMarcus Aldridge, junto con el empuje de la mejor banca de la liga. San Antonio ya sufrió esta desacostumbrada falta de fluidez en los playoffs pasados ante OKC, cuando se volvieron un show de Kawhi contra el mundo. Si vuelven a caer en esa tentación, la pueden pasar mal.

Por otro lado, habrá que estar atento a la producción defensiva de los Spurs. Los de Ginóbili finalizaron con la mejor eficiencia de la competencia en esta 2016/17, pero tienen algunos huecos que en una serie de playoffs pueden quedar expuestos, especialmente entre sus internos (Dedmon es el único buen defensor entre los grandes). Contra pivotes del calibre de Marc Gasol y Zach Randolph, esta aparente debilidad va a ser testeada al máximo.

*WS: Win Shares. Estimativo de triunfos que un jugador le dio a su equipo, según su aporte.