Balance 2016

Puertas cerradas y nuevos caminos en el 2016 de la NBA

17:05 24/12/2016 | Repasamos lo que dejó el año en materia de la NBA, con la salida de varias leyendas y el comienzo de otras carreras prometedoras. Además, la lucha por la supremacía del torneo.

Durant y Duncan, dos de los protagonistas del 2016

Los argentinos

Resultado de imagen para lapro spurs

 

El 2016 trajo mucha frecuencia de noticias para los jugadores argentinos en la NBA. De las buenas y de las malas, aunque por suerte más de las primeras. La primera mitad del año transcurrió con tres compatriotas en la liga: Manu Ginóbili como siempre en los Spurs, Luis Scola titularizando en unos Raptors que peleaban arriba en el Este y Pablo Prigioni, buscando sus minutos en los potentes Clippers.

¿Cómo les terminó yendo en el torneo? La realidad es que sus equipos prometieron más de lo que dieron. Los Clippers sufrieron muchas lesiones y quedaron eliminados en primera ronda ante Portland, Toronto llegó a los tumbos a la final del Este pero allí cayó con Cleveland por 4-2, mientras que San Antonio perdió en su segunda serie, por 4-2 ante Oklahoma City.

De todas formas, el momento más intenso del 2016 para los argentinos, llegaría en la previa de la 2016/17, con novedades por todo lados: la renovación de Manu en los Spurs, el fichaje de Scola en Brooklyn, la llegada (y posterior corte) de Prigioni a Houston y un par de bombas: Nicolás Brussino a los Mavericks y Nicolás Laprovittola a los Spurs. Ah, y como si esto fuera poco, Patricio Garino también tuvo su chance en San Antonio, aunque finalmente acabó en su equipo de la D-League.

Por ahora, la 2016/17 viene siendo una mezcla de sensaciones. Brussino va creciendo, pero dentro de un equipo que está último en el Oeste; Scola ha perdido algo de protagonismo en unos Nets muy flojos, mientras que como de costumbre, lo mejor viene por el lado de San Antonio: Lapro ha tenido muy buenos partidos y ha respondido cada vez que se lo precisó, mientras que Manu sigue siendo Manu. Los Spurs, para potenciar las sensaciones positivas, tienen el segundo mejor récord de su conferencia.

 

La gran definición

Resultado de imagen para kyrie shot curry

 

Aunque en las primeras rondas no hubo series tan fuertes (exceptuando Spurs-Thunder), los playoffs 2016 serán recordados por unos último cruces para el recuerdo. Golden State, que durante la fase regular batió el récord de los Bulls con su marca de 73-9, remontó un 1-3 contra el Thunder para alcanzar su segunda final consecutiva. Cleveland, por su lado, tuvo que transpirar más de la cuenta (llegó a estar 2-2), para sacarse de encima a los Raptors de Scola.

La final, revancha del 2015, fue todo lo que se podía esperar de un nuevo duelo entre Warriors y Cavaliers. Los de Kerr tenían ventaja de 3-1 y parecían destinados a volver a dejar a LeBron con las manos vacías, hasta que todo dio un giro. La suspensión de Draymond Green, justamente tras un encontronazo con James, perjudicó ampliamente a los californianos, quienes perdieron el quinto partido, como así también el sexto. ¿Lo bueno para ellos? El séptimo y decisivo, lo tenían en casa.

Si decimos que la final fue sensacional en si misma, qué decir de ese séptimo partido. Se trató de una verdadera batalla entre dos equipazos, que llegaron peleados hasta el cierre, hasta que una terrible bomba de Kyrie Irving terminó inclinando la balanza para Cleveland. Una temporada histórica para Golden State quedaba en la nada misma, mientras que LeBron agrandaba su leyenda con una actuación superlativa, que terminó de acallar a sus críticos más intensos. Inolvidable.

 

El golpe del año

Resultado de imagen para durant

 

No hay dudas de que la gran novela del 2016, pasó por la decisión de Kevin Durant en su agencia libre. Durante la 2015/16, muchos indicadores hacían pensar que ese sería su último año en OKC. Sin embargo, con el éxito que tuvo el equipo, estando a un triunfo de las finales de la liga, la sensación pasó a ser que continuaría junto a Westbrook en el Thunder. La realidad: nadie tenía ninguna certeza de lo que ocurriría.

Como era de esperar, a Durant lo buscaron la mayoría de los equipos fuertes del torneo, con Boston, San Antonio, Clippers y Golden State como algunos de los interesados con más chances. Además de Oklahoma City, claro. ¿Su decisión? Unirse al equipo que lo había vencido, los Warriors, formando así un plantel de ensueño, con tres de los mejores tiradores que la liga haya visto.

Las críticas no tardaron en llegar, acusando a Durant de haber tomado la ruta más fácil hacia el anillo y dejando de lado cualquier tipo de espíritu competitivo, uniéndose a los que eran percibidos como sus mayores enemigos en el Oeste. Por ahora, Golden State no está barriendo con la competencia como podía esperarse, pero aún así tienen el mejor récord de la competición y son, por lejos, el máximo favorito al título.

¿Qué fue de la vida de Oklahoma City? Básicamente se volvieron un unipersonal, con Russell Westbrook batiendo todo tipo de récords individuales, pero perdiendo una importante cuota de protagonismo en la conferencia, como era lógico. Lo que sí, hay que admitir que ver a un Westbrook enfadado (más que de costumbre), está valiendo la pena.

 

Una tendencia potenciada

Resultado de imagen para d´antoni

 

Si en estos años se veía marcando cada vez con más nitidez la tendencia del básquet pequeño, casi sin internos naturales y con múltiples tiradores en cancha, la 2016/17 ha potenciado a niveles inesperados esta situación. Los Warriors y los Houston Rockets de D´Antoni son los ejemplos más claros de este estilo, pero están lejos de ser los únicos.

De hecho, en esta temporada hay un promedio de 104,3 puntos por partido, bastante por encima del 102,7 del año anterior. Los triples también subieron considerablemente: de 8,5 aciertos en la campaña pasada, a 9,4 en este y subiendo. El único que resiste a la tendencia es Memphis, que sigue luchando en lo alto, con Gasol, Randolph y compañía, a pesar de estar 25° en triples convertidos, 29° en % de triples y 29° en puntos por encuentro. Son el último bastión de la vieja escuela.

 

¿Final a la vista?

 

Aunque la NBA muchas veces termina siendo impredescible, especialmente una vez que los playoffs comienzan, lo cierto es que el 2016 termina con una sensación clara: todos los cañones apuntan a que Cleveland y Golden State vuelvan a encontrarse en una final, por tercer año consecutivo. Pero ¿hay equipos que puedan cambiar ese destino? Por supuesto, repasemos.

El Este parece más limitado en ese aspecto, como de costumbre. Es cierto que los Raptors han dado un salto de calidad aún mayor en esta temporada y que se han consolidado como el único equipo capaz de hacerle sombra a los Cavs, al menos en la fase regular, de la mano de un DeMar DeRozan brillante. Sin embargo, los canadienses siempre son una incógnita una vez que arranca la postemporada, con sus figuras teniendo varias cuentas pendientes en ese aspecto. ¿Pueden quebrar el dominio de LeBron de seis títulos de conferencia consecutivos? Muy difícil, pero no imposible.

Por debajo de Toronto, todavía no hay conjuntos que representen una verdadera amenaza para el campeón. Los Celtics sumaron a Al Horford, los Bulls a Dwyane Wade y los Hawks a Dwight Howard, pero ninguno de los tres viene cumpliendo con las expectativas. El hecho de que New York (con un Porzingis cada vez más determinante), aparezca con el quinto mejor récord de la zona, habla por si solo.

Pero pasemos al Oeste, donde las alternativas son más interesantes, más allá de insistir que Golden State está un escalón por encima del resto. ¿Qué tal los Spurs? Bueno, desde su marca, hay poco que discutirle a los de Popovich. Sin embargo, desde el juego, la historia es distinta. San Antonio todavía tiene varios niveles para subir en el trabajo colectivo en ambos costados y hoy está ganando más por individualidades (Kawhi, sobre todo), que por su habitual estilo. Con este rendimiento, pueden tener problemas serios en los playoffs, aunque hay un atenuante: sumaron a muchísimos jugadores nuevos y acoplarlos lleva su tiempo.

Houston también está teniendo un gran cierre de 2016, con una apuesta de Mike D´Antoni que ha dado resultados muy marcados: mover a James Harden al puesto de base y darle casi la totalidad de la responsabilidad creativa. La barba está respondiendo con creces, liderando la liga en asistencias, sin perder su habitual poder anotador. La gran pregunta con ellos, como siempre en la carrera de su entrenador y máxima figura, pasa por el costado defensivo.

Dentro de ese contexto, y más allá de que han tenido algunos momentos irregulares, los Clippers aparecen como otro de los posibles contendientes al trono del Oeste. Esta es quizá la última posibilidad para el trío Paul-Griffin-Jordan de pelear juntos por un campeonato y si logran mantenerse sanos (y su banca responde como en el principio de la campaña), puede llegar a ser su año.

 

Retiros ireemplazables

Resultado de imagen para kobe

 

Otro de los grandes temas del 2016 ha sido el retiro de tres leyendas que serán imposibles de reemplazar: Kobe Bryant, Tim Duncan y Kevin Garnett. Cada uno se fue de manera distinta. Fieles a su estilo.

Kobe lo hizo con unos inolvidables 60 puntos ante el Utah Jazz en su último juego, Duncan luchando y liderando a los Spurs en su intento de forzar un séptimo partido ante el Thunder, y Garnett dándole lecciones de liderazgo a uno de los jugadores de mayor futuro en la competencia, Karl-Anthony Towns, a quien dijo haberle dejado la posta de Minnesota. Está claro que la NBA no es la misma sin ellos.

 

Etiquetado como:

Compartir