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El Concurso de Volcadas venía perdiendo terreno en los últimos años, debido a la falta de innovación y de estrellas en la competencia. Sin embargo, el 2016 marcó el resurgimiento del evento, con un duelo épico entre Zach Lavine y Aaron Gordon, que quedará en el recuerdo como uno de los más espectaculares de la historia. Si bien el premio se lo terminó llevando Lavine, los dos se merecieron un puntaje perfecto por su participación y fueron claves para darle vida nueva al show. ¿Los volveremos a ver en el 2017?

Villanova y North Carolina jugaron en abril una de las mejores finales NCAA de las que se tenga recuerdo. En un final apasionante, los Tar Heels remontaron y lograron empatar el marcador, con un Marcus Paige imparable. Sin embargo, los Wildcats tuvieron la última bola, Ryan Arcidiacono encontró a Kris Jenkins a la carrera y el resto fue historia. Bomba sobre la chicharra e inolvidable 77-74 para Villanova.

Aunque finalmente no les sirvió para quedarse con el campeonato, los Warriors hicieron historia en este 2016, terminando la fase regular con marca de 73-9, para superar el 72-10 de los Bulls de 1995-96. Era una de los récords que parecían intocables, pero Curry, Thompson, Green y compañía lo hicieron posible.

El 2016 fue un año de grandes finales y en el caso del CSKA, de redención. Los rusos llegaron a la final de la Euroliga junto al Fenerbahce y parecían tener todo encaminado para conseguir una victoria cómoda. Sin embargo, los turcos tuvieron una segunda mitad aplastante y terminaron forzando un tiempo extra, trayendo todos los fantasmas del pasado para Teodosic y compañía. De todas maneras, esta vez la historia le iba a hacer un guiño al CSKA, que fue más en la prórroga y acabó consagrándose con el 101 a 96 final.

Otra de las grandes definiciones del año, vino en la NBA. En la revancha de la 2015/16, Golden State parecía tener controlado a Cleveland, con ventaja de 3-1. Sin embargo, liderados por un LeBron fuera de serie, los Cavaliers remontaron y forzaron un séptimo partido que no será sencillo de olvidar. Un triple decisivo de Kyrie Irving rompió la paridad en los últimos segundos e hizo que los dirigidos por Tyronn Lue quebraran la maldición de la ciudad, consagrándose en Oakland y sumando el primer título para la franquicia.

El 2016 de la NBA también trajo algunas noticias tristes, como los retiros de varias leyendas: Kevin Garnett, Kobe Bryant y Tim Duncan jugaron sus últimas temporadas, mientras que Ray Allen terminó de confirmar algo que se preveía desde hace tiempo. Lo de Kobe fue especialmente memorable, despidiéndose con 60 puntos ante el Utah Jazz, incluyendo varios lanzamientos claves para ganar el encuentro. No habrá otros como ellos.

Si de novelas hablamos, no hay dudas que la más grande del año vino de la mano de Kevin Durant. El alero se transformó en agente libre y contra buena parte de los pronósticos, decidió dejar Oklahoma City, para unirse al equipo que lo había eliminado en los playoffs: los Golden State Warriors. El impacto fue inmediato, como era de esperar cuando a un equipo que venía de ganar la mayor cantidad de partidos en la historia, se le sumó un candidato natural a MVP. Por ahora, más allá de alguna caída, no han decepcionado.

En términos de conflictos, no hay dudas de que lo más importante del 2016 pasó por la disputa entre Euroliga y FIBA, con muchos tintes políticos y económicos, que terminaron salpicando a lo deportivo. La mayor amenaza llegó con la posible suspensión de España de los Juegos Olímpicos, aunque por suerte, finalmente el tema no pasó a mayores. Igual, varios clubes se vieron perjudicados por la situación, por ejemplo, perdiendo la chance de jugar la Eurocup para no contradecir los mandatos de FIBA.

Argentina consiguió su pasaje a Río en el 2015 y por suerte, evitó lo que terminó siendo una masacre en los Repechajes Preolímpicos. Mientras que Serbia y Francia consiguieron sus boletos con cierta comodidad, la historia más fuerte se vivió en la final de Turín, donde Croacia eliminó a los locales por 84 a 78, en tiempo suplementario. Nueva frustración para la talentosa Italia y confirmación de que los chicos croatas iban en serio.

Río dejó muchos momentos fuertes, varios de los cuales estuvieron ligados al básquet argentino. Al final, y más allá de mostrar algunas dudas durante las fases preliminares, Estados Unidos terminó siendo tan dominante como siempre y acabó goleando en la final a Serbia, por 96 a 66. España, por su lado, se quedó con la medalla de bronce, en un polémico final ante Australia.