LSB 2016

La gloria fue para Mogi: 84-81 a Bahía y campeón de la Sudamericana

23:54 30/11/2016 | El elenco brasileño terminó de barrer la serie ante un Bahía que la luchó siempre pero que volvió a cometer errores en el cierre. Stallworth MVP.

Mogi campeón invicto de la Sudamericana
FINAL LIGA SUDAMERICANA
 
MOGI DAS CRUZES (3) vs. BAHIA BASKET (0)
. Juego 1: Mogi 77 - Bahía Basket 72 (1-0)
. Juego 2: Mogi 80 - Bahía Basket 77 (2-0)
. Juego 3: Bahía Basket 81 - Mogi 84 (0-3)
 
Bahía Basket 81 - Mogi das Cruzes 84
 
El esfuerzo de Bahía Basket no alcanzó y dentro de una noche irregular para los argentinos la historia terminó decantándose una vez para Mogi das Cruzes. Esta vez ya sin mañana, con el elenco de Guerrinha llevándose un nuevo partidazo por 84-81 para terminar de cerrar la serie final de la Liga Sudamericana por 3-0. Mogi se coronó campeón invicto del certamen continental, en una noche donde le arrebató la última esperanza a un dignísimo Bahía. Shamell Stallworth fue el MVP.
 
Mogi arrancó un poco más acertado desde los triples (4/5) y eso le permitió sacar una pequeña ventaja inicial sobre la energía y el entusiasmo de Bahía. Eso permitió que la visita empiece a acomodarse, a soltarse y por ende a hacerse más peligrosa. Sin embargo, en el fondo hubo un par de errores excelentemente aprovechados por Bahía.
 
La mano gigantesca de Anthony desde el juego interior, el juego atlético de Vaulet y un Levy con muchísimo oficio le dieron el equilibrio necesario al dueño de casa. Cuando Bahía mejoró un poco más la defensa también sacó algo de provecho, cerrando el primer parcial abajo por apenas 24-20 y haciendo negocio contra el arranque bombardeo de Mogi.
 
Algo cambió en el segundo cuarto, desde la actitud y la intensidad de un Bahía que básicamente se comió el juego de un Mogi que se mostró sorprendido. Con Johnson haciendo un trabajo enorme en la pintura (terminó el parcial con 10 puntos) y un Mogi que empezó a perderse (Shamell se cargó rápido de foules), Bahía empezó a castigar la moral brasileña con el banco, desde los ingresos de Jasen y un descomunal Fjellerup (clavó dos volcadas sublimes).
 
Y así fue cómo cambió el partido, Bahía se mostró mucho más intenso, tomó confianza y absorbió el juego rival. Defensivamente también fue una muralla, Vaulet y Levy siguieron potenciando sus labores y en un parcial autoritario de 24 a 12 Bahía terminó entrando al descanso largo con la balanza inclinada a su favor: 44-36 y un local rebosante de energía.
 
Pero la intensidad de Bahía desapareció bastante en el reinicio de las acciones, porque el momento local se apagó mucho y Mogi empezó a dañar más con sus piezas desequilibrantes. Pasó por Curnell, Stallworth, Jimmy Oliveira y Caio Torres, Bahía supo sostener un poco la brecha pero con el correr del periodo sufrió la embestida brasileña que dejó el marcador apenas 55-51 para Bahía restando menos de cinco minutos.
 
La presión visitante siguió, sobre todo porque Bahía también empezó a verse condicionado en las faltas. Claro que a Mogi le ocurrió lo mismo (Caio Torres, por ejemplo, sumó la cuarta en el cierre del tercer parcial), y quizá por eso a pesar del asedio peligrosísimo de la visita el equipo que terminó arriba del anteúltimo periodo fue Bahía: 65-62 arriba, diferencia de tres y pronóstico de un final emotivo.
 
El último cuarto tuvo esa gran promesa que se avecinaba, Bahía empezó a combatir contra la presión de Mogi y dio la cara. En ese momento fue clave el ingreso de Jasen, que no había podido estar en el final caliente del segundo juego pero que hoy aportó su cuota de experiencia e inoxidable calidad. Mogi le tiró todos los fantasmas a Bahía, sin embargo Bahía aprovechó dos pasajes claves donde primero apareció Johnson y luego Vaulet para ponerse 77-76 restando menos de cuatro minutos.
 
Y así fue hasta el cierre, aunque hasta entonces los fantasmas de Bahía se acrecentaron y los errores siguieron siendo capitalizados con puntos en el otro costado. Mogi, más despierto y hasta incluso menos obligado porque el que tenía toda la presión era Bahía, terminó aprovechando las fallas argentinas y se encaminó a un triunfo glorioso.
 
Bahía lo tuvo pero falló. Algunas acciones desafortunadas de Redivo, Vaulet o Whelan producto del asfixio se pagaron demasiado caras, y Mogi desde la línea lo terminó de abrochar: 84-81 para ponerle el sello a una gran barrida y llevarse el título.
 
 

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