La conferencia de prensa de Manu Ginóbili y el resto de los Spurs no es la que venimos viviendo en Miami. Se hace en el gimnasio donde los Spurs se entrenan habitualmente y no está pegado a la práctica de Miami, por lo que no hay contacto alguno entre los rivales.
El ambiente es distinto. Más cálido, menos numeroso. Se pasean por allí uno de los hermanos de Manu, Leandro, con su hijo (sobrino del 20). También se lo ve a su representante argentino, Carlos Prunes. Pasa Fabricio Oberto y se va directo a la zona de vestuarios que lo tuvo como jugador en la última coronación del equipo, en el 2007. Es otro clima.
Manu se acerca a su atril y empieza la charla en inglés. Luego nos toca a nosotros, los que hablamos español, y donde la charla se extiende 15 minutos.
-¿Estás difrutando o valorando más estas finales que las anteriores?. Ehhhh, sí, las disfruto más, pero uno cuando está en el medio de las finales tiene tanta presión en cuanto a las cosas que tiene que pensar, el plan de juego, que lo de disfrutar va entre comillas, es raro. Porque es una carga, pero yo estoy feliz de estar acá. Si pongo las cosas en perspectiva, hay 28 equipos que nos están mirando por televisión, y millones de jugadores profesionales y amateurs que quisieran estar en nuestro lugar. Pero bueno, estamos acá, el año pasado estuvimos al borde y se perdió, entonces es mucha responsabilidad, y una especia de presión intensa, pero quién no está feliz de jugar una final.
-¿Y cuánto pesa cómo lo vive una ciudad donde prácticamente solo existen ustedes?. No. Obviamente la gente de esta ciudad nos apoya mucho y nos ayuda, pero si yo jugara para un equipo de la NBA en Alaska y estuviera cerca de salir campeón de la NBA, sería lo mismo, más allá de a quién represento. Estamos a un paso de algo que, junto con los Juegos Olímpicos, es lo más alto a lo que se puede llegar en el básquet. La responsabilidad es mucha, como la de los jugadores de fútbol que ahora están viviendo el Mundial, que es lo más importante que pueden jugar. A nosotros nos pasa lo mismo.
- El año pasado tuvieron la chance de cerrar dos veces las finales y las dejaron pasar. ¿Cómo afrontan este año estas tres oportunidades que tienen?. No hay tres. Hay una. Eso es lo que tenemos que pensar primero. Si pensamos que hay tres, podemos decir "uh bueno, hay tres, tenemos otras dos". Es mañana la oportunidad. Es la forma de pensar, sabiendo que ellos no se van a dar por vencidos, que no van a regalar nada. Tenemos que jugar igual que los partidos 3 y 4. Con la misma intensidad, pasión, energía.
-¿Cómo estás mentalmente esta vez?. Me siento mucho mejor. El año pasado, lo dije mil veces, tuve una temporada complicada en lo general, complicada mentalmente...posiblemente lo más bajo de mi carrera, por un montón de factores. Este año me siento más confiado, creo que puedo tener control del juego, por ahí con menos tiempo la pelota en las manos por la forma en la que defienden ellos, pero tomando mejores decisiones y ubicando a mis compañeros en mejor posición. El año pasado tuve una serie, unos playoffs y una temporada difícil.
-¿Para mañana te preocupan más los detalles o un par de cosas grandes concretas?. Me preocupa la intensidad y la madurez con la que tomemos el partido. Tratar que no haya uno de nosotros que piense, "ah, jugamos en casa". Ese es el primer objetivo. Podés cambiar en un pick and roll, podés ayudar, podés hacer un step u otra cosa, pero me parece que no es lo más relevante. Hay que salir a jugar con tal pasión y actividad que veamos que estamos para repetir lo que hicimos en el Juego 3 y 4. Es más clave que los detalles.
-¿Sería lo mismo si el rival no fuera Miami?. Miami me hace poner particular énfasis en eso porque ya salieron campeones dos veces y jugaron tres finales en tres años. Y estoy seguro que ellos piensan que tranquilamente lo pueden dar vuelta, porque es su naturaleza. Posiblemente te diría lo mismo con cualquier equipo, o en el 2007 te hubiese dicho lo mismo, pero creo que el sentimiento y la sensación de todos es esa. Que ellos verdaderamente te lo pueden dar vuelta, y que el partido es mañana.
-¿Qué concepto tenés de la profundidad del equipo, considerando a Leonard, Mills, Diaw y Tiago, y que ustedes, el Big Three, puedan dar un paso atrás para que ellos se luzcan?. Es una de las virtudes de este equipo. No tenemos a LeBron, no tenemos a Durant, no tenemos a Kobe. Y no vamos a tenerlos tampoco. Es así. Hay momentos en los que podés darle la pelota a Parker y crea de manera similar, pero no contra Miami, por cómo defienden el pick and roll, por lo grandes que son, lo activos que son. Acá hay que mover la pelota, y moviendo la pelota sabemos que con el pick and roll no vamos a anotar, entonces todos tenemos que tomar buena decisiones, y entonces Tony termina atacando después de 3 pases. Necesitamos más juego de equipo que nunca. No hay otra posibilidad.
-¿Tenés idea de cómo se está viviendo esto en Argentina a través de las redes sociales o estás totalmente enfocado en esto y no ves nada?. Estoy totalmente enfocado y estoy convencido que esto no le importa a nadie (se ríe con ganas), porque el domingo va a debutar Argentina en el Mundial dos horas antes. La cabeza la tengo en una burbuja total, familiar y con este equipo.
- En cuanto a ejecución, ¿alguna vez ejecutaron mejor que en el Juego 4 esta temporada?. No, definitivamente. Nunca tuvimos este plan de juego tampoco. Hay veces que uno no lo implementa, porque piensa que puede anotar de otra manera, más fácil. Ahora estamos convencidos, porque es la única manera. Y ver al equipo pasarse la pelota como la pasamos, con tanta claridad, no lo recuerdo. Al menos no dos partidos seguidos. Tuvimos bastantes buenos partidos en playoffs esta temporada, sobre todo en casa, pero lo que jugamos, de visitante, y contra semejante rival, fue único.
-¿Miami puede frenar el movimiento de balón de San Antonio, o depende solo de ustedes?. Puede ser más activo, jugarse más, arriesgar más, y uno puede cometer errores, menospreciar alguna pelota, y si empiezan corriendo, se entusiasman y demás, te pueden cambiar un juego. La movilidad, no, porque no estamos haciendo pases mágicos. La pasamos de un lado al otro. Pueden defendernos mejor el uno contra uno, cometer menos distracciones en cuanto a cambios o cuándo hacer un step, pero la movilidad del balón, no. Después estará en nosotros si la metemos.
-¿Cómo estás física y mentalmente de cara a un partido tan trascendental?. Bien, aceptablemente. No te digo impecable porque tengo dolores por todos lados, que son normales a esta edad. Mentalmente bien, motivadísimo, con muchas ganas, sabiendo y entendiendo la enorme posibilidad que tengo y tenemos, a esta edad, cuando no sabés si se va a volver a dar. Ya no lo sabíamos el año pasado, así que no queremos dejarla pasar. Kawhi tiene 22, 23, en 13 años de carrera puede pasar cualquier cosa. Puede ganar 8 o no volver a estar nunca más cerca. Tim 38, yo 37 dentro de poco, sabemos que no va a haber tantas más.
- En el 2007 ustedes frustraron al Cleveland de LeBron justamente frustrándolo a él, y ellos no tuvieron reacción. Es otro equipo, obviamente, pero ¿hay algún punto en común con la frustración que está sientiendo acá para jugar?. No realmente. Ese equipo de Cleveland era totalmente distinto en cuanto a talento, individual y defensivo. Ahora tenés un Wade al lado, un Bosh, un LeBron que no es el mismo de aquel memento, donde tenía 22 años. Pasó muchas situaciones, ya es el mejor jugador del mundo cuando ahí pintaba para serlo. Es totalmente distinta la situación. No sé cómo estará sintiéndose él, si estará frustrado, porque está jugando bien y es una preocupación constante para toda la defensa. Es otro tipo en relación a hace 7 años.
- La serie está 3-1, y el quinto es en San Antonio. ¿Eso les da paz mental o es imposible?. No, imposible tener paz mental. La única pequeña paz es pensar que recuperamos lo que perdimos en el Juego 2 y que estamos un poco mejor, pero si tenemos paz mental y pensamos que ya está porque tenemos el quinto en casa, se cae todo. Ellos tienen el equipo, la experiencia, mística, para dar vuelta un resultado así. Está en nosotros no darles una oportunidad así. Cuando se la das, ellos pueden hacer un clic y cambiar toda la serie, así que no tiene que haber paz mental en ningún momento.
-¿Puede ser que seas el más enfático con el tema?. No sé qué dicen los demás. En video estuvimos todos y Pop fue bastante claro. Nosotros lo sentimos, lo hablamos en cada entretiempo, estando 20 arriba queremos ganar el próximo cuarto, es una cuestión de equipo. No sé qué estará diciendo Tiago o Tim. Pero creo que, sobre todo, los que tenemos más años en esto, entendemos un poco más la situación.
- Cuando te nombraron antes a tu familia, te cambió la cara. ¿Es tu cable a tierra en este momento?. Sin duda. Hay momentos en los que la cabeza te explota, porque estás mirando el video, pensando. Me acuesto y leo 17 veces el mismo párrafo, porque empiezo y termino pensando en la ayuda que tengo que hacer con Wade, cómo defender a LeBron cuando tiene la pelota, rotar en Ray Allen. Es muy difícil aislarse de eso, y en el único momento que logro eso es cuando estoy con los chicos. Obviamente con mi familia también en una sobremesa, pero es muy difícil. Peleo conmigo mismo. Tratás de pensar en otra cosa, pero vuelve...Ray Allen está atrás, vuelve Bosh, vuelve LeBron. En esta instancia es así.
- Ahora preferís apoyarte en tu gente a aislarte.. Prefiero aislarme, pero del básquet. Si estoy con mi familia y nos ponemos a hablar de política, de viajes o lo que sea, yo estoy bárbaro. No quiero escuchar una palabra de básquet, porque cuando estoy solo o con compañeros, hablamos de eso. Me aislo del basquet, no de la gente. Claro, si yo salgo al supermercado, 17 millones de personas me van a preguntar del partido de mañana, entonces me tengo que aislar. En cambio en casa mis hijos no saben que mañana hay un partido. Entonces me puedo tirar a la pileta, caminar un ratito y aislarme.
-¿Desde que están los mellis es más fácil convivir con vos en días como estos?. Preguntale a mi familia, a mi mujer. Yo creo que no cambié en el sentido de que no quiero hablar de básquet. Hablan de básquet y cambio de tema o me voy. No me ayuda, no me hace bien.
- Entendiendo que tienen la posibilidad de coronarse, ¿cómo creés que puede quedar tu legado?. Bloqueada totalmente esa pregunta. No me importa el legado, no me importa el pasado, no me importa lo que van a decir de mí. Somos todos muy irrelevantes en este mundo. En 20 años se olvidaron todos. Y si no son 20, son 80. Me importa mañana. Volver a ganar un campeonato y sentir lo que sentí las 3 veces que pasó, o con la selección. Después, cuando tenga 50, sentado en un sillón, gordo, mirando algún partido de chicos jóvenes o de mis hijos, pensaré en el legado. Ahora no me sirve.
-¿Pero te hace algún ruidito al menos ver que pasaron a Magic, Kareem y Cooper como el trío que más partidos ganó en playoffs?. Obviamente. Es difícil que no te afecte que digan que ganaste más partidos que Magic, Kareem y Cooper. No es común. Está buenísimo y lo disfrutamos, pero no podés hacer nada. Vos estás en el día a día y jugás. Después lo vamos a pensar cuando terminemos. Ahora tenés que pensar en el próximo partido, pasarla bien y jugar.
- Pero es reloco que de Bahiense del Norte hayas llegado a esto.. Es reloco, pero le preguntás a Tony y es loco para él también, que nació en Bélgica y se fue a Francia a los 2 años, o a Tim, que quería nada en un Juego Olímpico. Es loco para todos, y estoy bastante seguro que si hablás con Magic debió ser muy loco para él también, que a los 9 años debía estar en Lansing o no sé dónde. Nadie que llega a una situación así lo soñó a los 9 años. Le preguntás a Messi, que debía estar por las calles de Rosario, y no sabía que iba a ser el mejor del mundo.
- Bowen dijo que no eras Michael Jordan, pero que tenías la misma mente que Michael Jordan. ¿Qué podés decir de eso?. Tampoco es un comentario que me ayuda. Lo que digan los demás en este momento me debe ser totalmente irrelevante. Como Magic comentando un video, que me lo están pasando todo el tiempo. Por ahí si pasa después que ganemos, o perdamos, me lo pongo a escuchar un poco más lo que diga el resto. Ahora somos nosotros y tenemos que pensar en los 13/14 jugadores del equipo, los 7 del cuerpo técnico y nada más.
- Si dependiera de vos, termina esta práctica y hasta cuándo no hablás del partido.. Hasta que llegue mañana al vestuario. Lo voy a pensar, no tengas dudas. Cuando me acueste esta noche o cuando esté en soledad. Lo ideal es limpiar la cabeza lo más posible porque si no termina siendo una carga.
-¿Los chistes malos de tu hermano Leandro pueden ayudar?. No, definitivamente no.
Fabián García (Enviado especial a Miami y San Antonio, Estados Unidos)
En Twitter: @basquetplus