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Luego de seis meses sumamente complicados, en los que vivía con cierta incertidumbre su futuro a corto plazo, Mariano Fierro tuvo un debut soñado con Hispano: buena actuación y triunfo ante un equipo fuerte como Gimnasia, con un rendimiento decisivo en el cierre del encuentro. Tras el encuentro, hablamos con el ala pivote para conocer sus sensaciones.

- Me parece que fue un debut soñado por donde se lo mire.

. La verdad que sí, después de estar seis meses afuera de la cancha. Y seis meses duros, porque entrenaba y estaba en mi casa esperando el llamado para poder jugar. La verdad que estoy muy agradecido a Hispano, por haberse fijado en mi en un momento tan difícil. Después sí, fue un debut soñado. Jugamos en un alto nivel en los primeros cuartos contra un rival como Gimnasia, pero faltando un minuto ellos pasaron al frente. Ahí se nos venía toda la presión de que estábamos cerrando mal los partidos, pero por suerte pudimos ganarlo y es un triunfo muy importante para nosotros.

- ¿Cómo te manejaste en esos meses?, ¿había ansiedad, enojo, frustración... un poco de todo?

. Primero un poco triste. Había hecho una temporada muy buena en San Martín y hace años que vengo jugando la Liga, siempre creciendo y trabajando mucho para mi equipo. Hubo algunos cambios en la Liga y llegaban algunas ofertas, pero se terminaban cayendo. Eso ya está, no hay que pensar en lo que pasó. Hoy pienso en jugar de la mejor manera para Hispano. Me falta ritmo, pero ya me iré adaptando. Estos seis meses tuve que jugar contra mi cabeza y entrenar todos los días, para que cuando me tocara, estar lo mejor posible.

- Llamaba la atención tu situación, porque venías de una buena temporada y sos un jugador que tiene mucho para dar. ¿Te sorprendía como a nosotros desde afuera, que no se terminara de concretar ninguna oferta?

. Sí. Hubo algunos llamados, pero a medida que pasaba el tiempo, esas ofertas no se concretaban. Después tuve alguna chance de ir a jugar a Paraguay, Uruguay y Brasil. Cambié de agente después de muchos años y ahora con Carlos Prunes, la idea era volver a jugar en diciembre. Para esa fecha ya quería estar jugando. Se manejaron algunas ofertas, pero llegó Hispano y no lo dudé.

- ¿Te habías puesto alguna fecha límite con respecto a aceptar alguna oferta del exterior o siempre tuviste en claro que te quedabas en el país?

. Había otros equipos que estaban interesados, pero tenía que esperar hasta el 18. Cuando Hispano se interesó en mi, no lo dudé. Se fijaron en mi en una situación complicada como la que viven y eso es importante para el jugador. Son una institución muy seria, que en los últimos cuatro años ha subido tres categorías con el mismo entrenador. Es un club que hace las cosas. Obviamente es un equipo joven y debutante, lo cual tiene sus contras, pero hay un techo alto para mejorar. En el último tiempo hizo cambios y eso quiere decir que quiere mejorar. 

- Con esos cambios me parece que el equipo se ha potenciado mucho y hoy no son lo que marca su récord.

. Sí, es una temporada muy larga. En el último mes y medio el equipo cambió cuatro jugadores. Después hubo muchos partidos juntos y no pudieron entrenar. Ahora nosotros tenemos una gira en Córdoba, que esperamos hacerla de la mejor manera y cerramos de local. Ahí vamos a tener como 20 días para conocernos, que es algo muy importante.

- Es una situación atípica, porque viene ahora ese parate que imagino que en otra situación tanto disfrutan, pero este año es distinto, porque vos recién estás empezando. ¿Siempre viene igual el freno por las fiestas o te hubiese gustado seguir jugando esta vez?

. Sinceramente quisiera seguir jugando. Yo igual ya me quedo en Hispano, más allá de lo que haga el resto del equipo. Me voy a quedar entrenando con un preparador físico y alguien del cuerpo técnico, porque necesito seguir tomando ritmo. Estuve mucho tiempo afuera y uno quiere jugar. Y para poder hacerlo de la mejor manera,me tengo que poner bien en todo sentido.

- ¿Cuán diferente fue este debut al de otras temporadas anteriores? La emoción supongo fue distinta.

. La verdad que fue diferente. Hace 12 o 13 años que estoy jugando la competencia y nunca me había sucedido de arrancar con el torneo empezado. Tenía muchas ganas de estar en la cancha, de subirme al colectivo para ir a jugar, de volverme a vestir, del día a día... y hace dos días que estoy nomás. Me generó un cosquilleo en el cuerpo. Fue un debut soñado, porque se pudo ganar y hacer las cosas bien, lo que nos ayuda a seguir soñando y creciendo como equipo.