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A pesar de que finalmente volvió a presentarse sin Steph Curry (estaría para el segundo encuentro), Golden State mostró su mejor versión para dominar a un New Orleans que llegaba agrandado y con ganas de hacer ruido. Los de Kerr dieron una demostración de básquet en conjunto y se impusieron por 123-101, en un marcador final que incluso pudo ser todavía más amplio.

New Orleans apenas se pudo mantener competitivo durante el primer cuarto (35-34 Warriors), pero una vez que los de Kerr apretaron el acelerador en defensa, se quebró el juego. Golden State no solo mostró una intensidad altísima en el aro propio, sino que luego la complementaron con su habitual velocidad de pases y eficacia perimetral en ataque. Un parcial de 41-21 en el segundo cuarto dejó a la segunda mitad como un simple trámite.

Klay Thompson fue el goleador de la victoria de los Warriors con 27 puntos, mientras que Kevin Durant lo siguió con 26 y 13 unidades. De todas maneras, el ritmo del partido lo marcó Draymond Green, quien sobresalió en ambos costados y terminó con 16 puntos, 15 rebotes, 11 asistencias, 3 robos y 2 tapas. Por los Pelicans, el máximo anotador fue Anthony Davis con 21 tantos.