Basquetplus.com

Pergamino siempre fue una ciudad bien basquetbolera. En la época pre Liga Nacional, los duelos provinciales con Bahía Blanca, Junín y Mar del Plata eran clásicos. Hace tiempo que no tiene un equipo en la Liga A (Gimnasia llegó a salir tercero en la Liga de 1989), pero mantiene en la competencia a algunos jugadores, como el trío surgido de Sports: Bernardo Musso, Mateo Bolívar y Tomás Zanzottera. El escolta actual de Obras llegó directo de Sports cuando tenía 17 años, pero nunca perdió el contacto. “Nací ahí y me fui el día que me vine a Obras. Yo me mudé muchas veces en Pergamino, pero nunca dejé de ir al club, porque de hecho mi vieja iba desde antes que yo naciera, así que se podría decir que fue natural que yo siguiera el mismo camino. Recuerdo especialmente la época de los veranos, porque el club tenía un campo de deportes en las afueras de la ciudad, donde directamente estaba todo el verano, ya que tenía pileta, canchas de fútbol, de paddle, de tenis...de todo. Y yo me prendía a jugar con mis amigos cualquier disciplina. Me acuerdo de dormir la siesta abajo de los árboles. Y cuando pasaba el verano, en la sede social del centro, donde se hacía solamente básquet, estaba todo el año desde que llegaba de la escuela hasta que el entrenador de la primera se cansaba y me echaba a la hora de cenar, pero como mi vieja sabía dónde estaba, no había problemas”.

- Tenés pinta de haber sido bastante petardo.
. Y, el profe, Juan Carlos Picco, se cansaba de verme, porque yo llegaba a eso de la 1 de la tarde, molestaba en todas las prácticas de todas las categorías, metiéndome a tirar, así que llegaba un momento en que me decía ‘listo’ y me mandaba para mi casa, donde ya tenía la comida lista. Ponele a las 10 de la noche. Mi vida siempre fue vida de club, ya sea en el campo de deportes o en la sede, pero estaba siempre ahí.
-¿A qué edad arrancaste?
. Desde chiquito, porque mi vieja ya iba. De hecho, sigue yendo. Incluso se armaba mucho de eso de ir varias familias amigas, y ahora yo soy amigo de los hijos de amigos de mi mamá de esa época.
- En el campo de deportes, mucha parrilla me imagino.
. Sí, era lo más lindo, porque íbamos muchas familias y nos quedábamos hasta la noche. A las 7 hacíamos las compras y después se armaba un asadito o un pollo al disco, y eran las 12 de la noche y estábamos jugando a las escondidas en el club. Era lo más lindo y lo más divertido. Ya un poco más grande, a los 14 o 15, iba directamente con mi grupo de amigos, con nuestra heladerita, nuestras hamburguesas, y nos quedábamos también hasta la noche.
-¿Tenés contacto todavía con el club? Porque te viniste hace 5 años.
. Sí, cada vez que voy a Pergamino paso por el club, a saludar, visito el bufet donde hay viejos amigos, miro los entrenamientos, incluso cuando estoy en el receso me entreno con ellos, tomo un cafecito... sigo muy en contacto.
-¿El club te sirvió mucho para controlar tu espíritu travieso por decirlo de alguna manera?
. Sí, era otra época, pero igual obviamente a esa edad nos gustaba andar vagueando cuando no estábamos en la escuelta, y que eso se hiciera dentro del club fue un gran alivio para mi familia, porque en vez de estar en la calle o en otro lado más peligroso, sabía que estaba en un sitio seguro.
-¿Se extraña la vida de club?
. Ni hablar, se re extraña, porque Obras no tiene esa parte social, de parrillas, de juntarse con amigos. Sports tenía mucho verde, era muy grande, teníamos nuestro espacio, y eso se extraña.
- Sos muy joven todavía, pero ¿te gustaría hacer algo con el club más adelante?
. Sí, ni hablar, siempre pienso en eso. Me gustaría ayudar. De hecho, algunas cositas hicimos, algún pequeño campus para los chicos del club. El día de mañana me encantaría si vuelvo a vivir a Pergamino.