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La historia de los diez jugadores que vinieron a la Liga Nacional con más partidos en sus espaldas en la NBA tiene muchas particularidades. Estrellas consagradas, varios campeones, jugadores de rol, pero sobre todo muchas historias curiosas se dieron sobre estos 10 personajes. Veamos. 

La primera curiosidad es Mario Elie. El segundo en esta lista de 10 es el único que primero jugó acá y luego fue a la NBA. Llegó a Unión de Santa Fe para la temporada 1987, estuvo poquito y se fue a Estados Unidos, donde desde 1990 se metió en la NBA y no la dejó hasta su retiro en la 2000/01. Elie tuvo un carrerón, con 848 partidos en la mejor liga del mundo, pero sobre todo porque ganó tres anillos (2 con Rockets, 1 con San Antonio), siendo compañeros de muchos súper cracks, como Chris Mullin y Tim Hardaway (Golden State), Hakeem Olajuwon, Clyde Drexler y Charles Barkley (Houston) y David Robinson y Tim Duncan (Spurs) y Jason Kidd y Shawn Marion (Phoenix). Un crack total. 

El que lidera la lista de partidos es otro que fue estrella y campeón: John Long. Su caso es increíble, porque tuvo una carrera larguísima en la NBA desde 1978 hasta 1991, siendo campeón con Detroit en 1989, luego se fue a jugar al extranjero, llegó a la Argentina en 1995 para salvar a Ferro del descenso (junto con otro integrante de esta lista, Earl Cureton), la rompió en los 21 partidos que jugó, Ferro se quedó en la A y al año siguiente, con 41, Long se dio el gusto de volver a la NBA para jugar en Toronto, siendo el segundo más veterano de la temporada después de Robert Parish. Long jugó 916 partidos en la NBA. 

Decíamos de Cureton, que tiene la particularidad de haber sido compañero de Elie en los Rockets campeones de 1995 y de Long en Detroit, en Ferro, ¡y también en ese Toronto de 1996/97! Muy amigos, en Buenos Aires vivían en el Hotel Intercontinental, como reyes. A la larga, se lo merecieron. Cureton fue campeón de la NBA en 1983 con los Sixers, como compañero nada menos que del Doctor J y de Moses Malone, y en 1994 con Olajuwon. Pero además fue de los que se dio el gusto también de jugar con Michael Jordan en Chicago, en 1986/87. En la mejor liga del mundo completó 728 partidos, el quinto en esta tabla especial. 

El tercero es Benoit Benjamin. El Oso, de 2.13, no era precisamente simpático. En la NBA había sido parte de buenos equipos, sobre todo de los Sonics y Nets, y le había tocado ser parte de los Lakers post Magic que no funcionaron muy bien, pero en 1998/99, tras ser cortado por Philadelphia, se vino a hacer de unos dólares a Córdoba, en Atenas. No salió nada. Benjamin no anduvo mal (14.3 puntos y 8.6 rebotes en 9 partidos), pero en un partido se enojó con Bruno Lábaque y le aplicó un correctivo en un tiempo muerto, lo que significó su inmediato corte. Como Long y Cureton, tuvo una chance más en la NBA, ese mismo año (Philadelphia otra vez) y en 1999/00, donde jugó 3 partidos para Cleveland. Así completó 825 en su carrera NBA. 

Caso relativamente similar, aunque sin trompis de por medio, se dio con el más famoso de todos los que vinieron aquí: Stacey King. El pivote había sido tres veces campeón de la NBA con los Bulls de Jordan y con esa chapa seguía tirando en Atenas, que lo fichó antes que a Benjamin, en la misma temporada. King había hecho un buen trabajo en los Bulls pero, cuando se fue de ahí, no trascendió ni en Minnesota, ni en Miami, ni en Boston ni en Dallas, pero se suponía que acá le sobraría. No fue así. Duró 6 partidos, anotando 8.3 puntos de media. Un fiascón, dirían los cordobeses. En la NBA sumó 499 partidos (10º en la lista).

Otro que tuvo una larguísima trayectoria, pero sin anillos, es Terry Teagle. Estuvo cerca, porque con los Lakers jugó la final de 1990/91 contra los Bulls de Jordan, pero no pudo ser. Y también estuvo en Houston después, en 1992/93, pero solo ese año, justo cuando en los dos siguientes los Rockets iban a ser campeones. ¿Teagle adivine a qué club de Argentina vino? Sí, a Atenas. Los cordobeses evidentemente no la pegaron con los grosos NBA, porque este tampoco duró mucho: 6 partidos. Demostró talento en su debut, pero no se adaptó bien. En la NBA jugó 732 partidos. 

El más destacado de todos, por antecedentes en la NBA, títulos y presencia en la Argentina, sin dudas es Joel Anthony. El canadiense jugó 556 partidos en la NBA, salió dos veces campeón con el Miami Heat de LeBron, Wade y Bosh (2012 y 2013), después estuvo con Manu en los Spurs (2016/17) y de ahí se vino a San Lorenzo. Es cómodamente, de este Top 10, al que mejor le fue acá: dos títulos de Liga Nacional y dos de Liga de las Américas, para pasar a ser adorado por los hinchas cuervos. Un señor que, con su cuenta corriente súper abultada, aquí fue 100% profesional, dejando en claro que jugaba por amor al básquet. 

Quedan tres casos por contar. Uno, para variar, fue en Atenas, no funcionó y jugó apenas 5 partidos. Terry Catledge vino veterano, pero no tanto como para durar tan poco, porque sus números no fueron malos: 17 puntos y 6 rebotes de promedio. Catledge jugó 534 partidos en la NBA y su mejor recuerdo es haber sido compañero de la gran dupla Penny Hardaway-Shaquille O'Neal en Orlando. 

Los dos últimos casos vinieron a San Nicolás. Steve Colter, hermano de Teddy, llegó a Regatas para ayudar a ese equipo muy interesante que había armado Guillermo Vecchio en 1992/93 (Romano, Racca, Milovich, Cocha, Easterling), pero se quedó solo 6 partidos. En la NBA, además de jugar con Jordan en los Bulls, con Drexler en Portland y con Barkley en Philadelphia, sumó 550 partidos. Los vecinos de Belgrano, unos años más tarde, 1998/99, trajeron a Cadillac Anderson, un pivote morrudo que había jugado 697 partidos en la NBA, incluso bajo el mando de Gregg Popovich en los Spurs 1996/97, antes de que comenzara todo lo bueno. 

Una de las curiosidades más grandes que tiene este top 10 es que seis de los diez no llegaron a jugar siquiera 10 partidos en nuestra Liga: Benjamin 9, Elie 8, 6 Teagle, Colter y King y 5 Catledge. Anthony, el único en mantenerse dos temporadas, pero igualmente por debajo de los 100 partidos (92). 
 

Fabián García / [email protected]
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