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"Andá a volcarlas todas". 

Palabras de Sarunas Jasikevicius con mirada amenazante e intimidatoria. ¿El receptor? Leandro Bolmaro. La orden era una obligación, un contrato verbal que se respetó como si tuviera tinta. Desde ese momento, el saltador de Las Varillas no quiso hacer lo contrario y aprendió a volar y evolucionar en el intento, demostrando que lo suyo recién está empezando. 

Agresividad, evolución, mejora física y respeto por el proceso, con énfasis en la alimentación y en el cuidado del cuerpo, algo nodal en el básquet y en cualquier deporte actual. El trabajo duro paga en resultados y el dinero simbólico no tardó en llegar para el cordobés. Más minutos, mayor confianza, desequilibrio y eficiencia, con locura controlada y una relevancia que cada día es más desbocada.

En parte viene siendo todo gracias al continuo esfuerzo con Paulo Maccari, actual fisioterapeuta del seleccionado nacional y primo hermano de Manu Ginóbili, y también por el apoyo del equipo y de un entrenador que en él confía.

Además, una de sus principales falencias va siendo disipada como el derrumbe controlado de un edificio abandonado. Según un dato de Gigantes, durante la primera ronda de la acb, en 16 partidos, Leandro apenas pudo convertir cuatro triples, a un 25% de acierto. 

Pero, desde la fecha 19 del torneo español, en el que Barcelona se enfrentó al Manresa, el drafteado por los Timberwolves en la NBA viene registrando una eficiencia excelsa en el tiro de tres, manteniendo un 55% de efectividad gracias a su gran 21/38. 

De hecho, en 12 de los 16 encuentros disputados en esa franja anotó al menos un triple, a la vez que superó la franja de los diez puntos en siete de ellos, algo que no había podido conseguir en la primera ronda.

En Minnesota lo miran de cerca y están al tanto de su progreso. Es atlético, también un buen combo-guard con un IQ alto, algo que caracteriza a todos los argentinos, y un sólido tirador. Necesita tiempo para desarrollarse y ojalá lo haga este verano. Tenerlo en nuestro grupo de jóvenes es excitante, amo la competitividad que poseen los basquetbolistas de su país, su capacidad para moverse sin el balón y el entendimiento general", le dijo a Básquet Plus hace una semana Kevin Hanson, asistente técnico y director del desarrollo de jugadores en los Timberwolves.

De pronto, ese 17,4% en triples que consiguió en su primera temporada en Bahía Basket luce lejos. Mecánica fluida, confianza y velocidad. 46,3% en la acb, 42,1% en la Euroliga y un edificio que va derrumbándose piso a piso, buscando llegar al techo.

Pero, ¿tendrá uno? Bolmaro lo quiere descubrir y hasta encontrarlo no se va a rendir.  

Ignacio Miranda/ [email protected]
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