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Minnesota Timberwolves cambia de aires. Glen Taylor, actual propietario de la franquicia, acaba de terminar la negociación por la que venderá el paquete mayoritario de las acciones a la sociedad encabezada por dos reconocidos empresarios norteamericanos. Uno, el exbeisbolista Alex Rodríguez, una estrella de ese deporte durante dos décadas, y el otro, Marc Lore, proveniente del comercio electrónico con una empresa que terminó siendo adquirida por Walmart. 

Taylor, de 70 años, adquirió a los Wolves en 1994 pagando 94 millones de dólares y ahora aprovecha la explosión de valor que han tenido las franquicias NBA, luego de sucesivos enormes contratos televisivos, para venderla por casi 16 veces más: 1.500 millones de dólares. 

Los Wolves no han tenido éxito desde lo deportivo últimamente (vivieron su mejor era en la etapa de Kevin Garnett hace más de 15 años) y vienen navegando en aguas de incertidumbre desde hace un tiempo y se espera que los nuevos dueños muevan un poco el barco, para ver si pueden convertirlo en protagonista del pelotón de punta. Se habla incluso de una posible mudanza, aunque eso es más complicado de anticipar. 

Minnesota, donde hoy está Pablo Prigioni como asistente del entrenador Chris Finch, solo ha tenido una participación reciente en los playoffs (2017/18), cuando tuvo su paso corto por la institución Jimmy Butler, pero no pudo armarse en torno a Andrew Wiggins y Karl Anthony-Towns, como se esperaba. El año próximo, se espera que se sume otro argentino, Leandro Bolmaro, elegido en la primera ronda del último draft. 

Alex Rodríguez, norteamericano de ascendencia dominicana, es una leyenda del deporte americano. Con 45 años, lleva ya 5 retirado, habiendo jugado 22 años en las grandes ligas, con Seattle, Texas Rangers y los New York Yankees.