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La diferencia en los precios de los torneos femeninos y masculinos de la NCAA es notable este año, con los boletos para el Final Four y el juego por el campeonato de baloncesto universitario femenino vendiéndose a precios significativamente más altos que los boletos para los torneos masculinos.

Según la aplicación de venta de boletos TickPick, se han vendido seis veces más boletos para el Final Four femenino en comparación con el masculino. Las entradas para las semifinales y la final del torneo femenino se venden a un promedio de $472 y $424 respectivamente, mientras que los boletos para el torneo masculino se venden a un promedio de $260 y $196 para las mismas etapas. Esto significa que los boletos para el torneo femenino se venden por más del doble del precio de los boletos para el torneo masculino.

Este año, la diferencia en la venta de boletos parece estar relacionada con la presencia de estrellas destacadas en el baloncesto universitario femenino. Jugadoras como Caitlin Clark de Iowa, Angel Reese de LSU, Paige Bueckers de UConn y JuJu Watkins de USC, entre otras, han generado un gran interés en el torneo femenino.

Caitlin Clark, por ejemplo, ha sido una sensación en Iowa, atrayendo multitudes y rompiendo récords de audiencia televisiva. Su capacidad para llenar estadios y generar atención mediática ha contribuido al aumento de la demanda de boletos para el torneo femenino. Una situación que no a ocurrido en la rama masculina. El próximo draft de la NBA es un escenario de lo más incierto, con prospectos cambiando de posiciones a cada momento y con varios de ellos desarrollándose fuera de la NCAA

La presencia de estas estrellas del baloncesto femenino ha llevado a un mayor interés en el torneo, lo que se traduce en una mayor demanda de boletos y precios más altos en comparación con el torneo masculino. Esto demuestra el creciente impacto y popularidad del baloncesto femenino universitario y la importancia de destacadas figuras como Clark, Reese, Bueckers y Watkins en el impulso del deporte. Esto puede ser solo una gran camada de chicas, o una tendencia que se extienda a largo plazo, todo se está por ver.