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Dirk Nowitzki fue elegido en la novena posición del Draft 1998 por Milwaukee Bucks e inmediatamente fue enviado a Dallas Mavericks. En su llegada a la ciudad, según él recordaba, estaba lleno de fanáticos esperándolo, pero la historia no fue tan así.

Es que, en la ceremonia de retiro de su camiseta, el alemán recordó ese momento y una charla con un empleado de la franquicia. “Fue en junio de 1998, recién me había subido al avión que me llevaría a Dallas después de que me draftearan. No sabía qué esperar, estaba nervioso. Pero me bajé del avión y vi cientos de fanáticos, pósters de mí, carteles, y pensé wow, esto está buenísimo, es increíble, de verdad quieren que esté acá y me quieren. Nunca más me olvidé de eso. A partir de ese momento me quedó grabado en la mente que Dallas era mi lugar en el mundo”.

Pero la historia no terminó ahí y siguió un par de años después al recordar ese comienzo en la franquicia: “Estaba hablando con un empleado de los Mavs y le dije si se acordaba que cuando llegué a Dallas había muchísimos fanáticos, que había sido increíble. Pero me miró y me dijo que esos no eran fanáticos, ¡Eran los empleados! Los habían mandado para recibirme, pero yo no tenía idea en ese momento”.

A pesar de ese momento cómico, Nowitzki lo recuerda de gran manera. “Tuvo mucho impacto en mí” cerró el alemán.