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En la antesala a la ceremonia, Dallas se dio el lujazo de vencer a Golden State 99-82 y con ello asegurarse una fiesta completa en el American Airlines Center. La presencia de Dirk Nowitzki  nunca es desapercibida en el estadio, pero esta vez era especial porque era su gran noche, la primera sin ser jugador de los Mavericks.

El acto fue llevado con suma emotividad a la medida de lo que son estas cuestiones en la NBA, que cuando se trata de show están a la orden del día. Los invitados para el retiro de camiseta de Dirk fueron varios de sus compañeros campeones como Ian Mahinmi, Tyson Chandler, JJ Barea, Peja Stojakovic, Caron Butler, Brian Cardinal y Shwan Marion, además de Jason Kidd, ex compañero y actual entrenador de los Mavericks, Mark Cuban, Holger Geschwinder, su mentor en Alemania y Adam Silver, el comisionado de la NBA.

La carrera de Dirk Nowitzki con los Mavs fueron de 21 temporadas con 1522 partidos, una media de 20.7 puntos, 7.5 rebotes, un anillo de campeón y un legado que será eterno para sus fans y la NBA en general. Desde Alemania, sin casi nada de cartel a una carrera inmaculada que se enmarco en una noche especial.

Los discursos estuvieron a cargo de Jason Kidd, quien ha manera de chiste y aprovechando este momento raro de la NBA con contagios y recambios de jugadores por un período corto, le preguntó si estaba para jugar con un contrato de diez días. La risa fue general, incluida de Dirk, quien declinó con un simple gesto de que ya no había nada.

Jason Kidd a Dirk: "Estamos dando contratos de 10 días, ¿Querés volver?".

La reacción de Dirk y la explosión del público. Momentazo.pic.twitter.com/r9DqEuxsXU

— Sexto Hombre (@6toHombreLATAM) January 6, 2022

Mark Cuban fue quien continuó con la palabra y además de agradecer a Dirk por como hizo crecer a la franquicia, mostró la maqueta de lo que será la estatua que se pondrá en la entrada del estadio de los Mavericks, inmortalizando su figura más allá de los años, un tamaño homenaje en vida que la franquicia va a hacer, además del retiro de camiseta.

Luego llegó del discurso del homenajeado y Dirk intentó mantenerse en su línea, contento, pero intentando que no lo desborde la emoción hasta que en un momento expresó casi con resignación: “Casi logro no emocionarme”.

Los recuerdos de Nowitzki en Dallas son muchos, desde campeonatos, puntos inverosímiles, estadísticas rotas, pero para él todo comenzó en su primer vuelo de Alemania a Estados Unidos. Su discurso comenzó con eso: “El recuerdo me lleva a junio de 1998, me subí al avión para ir a Dallas, no sabía que esperar. Estaba nervioso, ansioso hasta que me bajé del avión y vi cientos de fanáticos con carteles, dándome una linda bienvenida. Cuando observé eso dije esto está muy bien y con ese recuerdo grabado en mi mente supe que Dallas era mi lugar”

“Llegué desde Alemania desde hace de más de veinte años y me convertí en un Texano. Gracias por recibirme y por tanto cariño, hasta pronto” fue el cierre del discurso que terminó con una estruenda ovación, dándole paso al momento de subir el dorsal 41 al techo del estadio para inmoratilarzalo para siempre.

Dirk Nowitzki es Dallas Mavericks, una marca que se forjó hace 24 años y anoche escribió otro capitulo glorioso de amor y respeto, por una ciudad y por una camiseta.