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El mundo de las cibermonedas es para entendidos, y parecía que, en ese grupo selecto, Samuel Bankman-Fried era probablemente el número uno. Típico nerd de película de temas tecnológicos modernos, Bankman-Fried parecía un hippie de los 70, con sus rulos largos y cara de nene, pero que tenía la visión adelantada al resto. Parece que no era tan así. 

Para resumirlo. Bankman-Fried fundó FTX, una plataforma de criptomonedas que, en 4 años, y con menos de 30 años ya tenía una fortuna calculada en 26.500 millones de dólares, solo superada, a esa edad, por Mark Zuckerberg (creador de Facebook), que tampoco la está pasando muy bien en estos días dicho sea de paso. 

La cuestión es que, de ser el gurú máximo de las cripto, algunas malas decisiones, incluso varias no muy legales, hicieron que de golpe se cayera el castillo de naipes de FTX, que entre otras acciones pomposas, había firmado el año pasado un contrato de 19 años y 135 millones de dólares para ponerle su nombre al estadio de Miami Heat, que pasó del reconocidísimo American Airlines Arena a FTX Arena. Duró poco. Ayer, la franquicia anunció que suspendía su contrato por las decepcionantes noticias de esta semana, en la que FTX pidió acogerse a la ley de quiebras de los Estados Unidos. 

Bankman-Fried, fiel a su estilo de niño desprolijo e informal, no se anduvo con muchas vueltas para explicar lo que había pasado y en su cuenta de Twitter publicó un simple: "Lo siento, la cagué. Debí haberlo hecho mejor". Para luego explicar algunas consideraciones de lo que ocurrió. En poquito tiempo, aquellos 26.500 millones de dólares pasaron a ser 0. Y peor, porque a la bancarrota puede agregarse la cárcel si se confirma que cometió fraude en algunas operaciones no permitidas. 
 

1) I'm sorry. That's the biggest thing.

I fucked up, and should have done better.

— SBF (@SBF_FTX) November 10, 2022

Bankman-Fried no solo se metió con el Heat en el rubro NBA, ya que también había hecho un acuerdo con Golden State Warriors para negociar unos NFT oficiales del equipo a cambio de 10 millones de dólares. Podríamos casi asegurar que eso no sucederá. ¿El dato de color de todo esto? Ayer sábado, en rumores que nunca se confirmaron, corrió muchísimo la noticia de que Bankman-Fried había salido de los Estados Unidos y aterrizado en... el aeropuerto de San Fernando, en la Argentina. Aparentemente, lo que llegó a nuestro país fue su avión privado, y no él, que parece que está en Bahamas. Podría ir esta noche a ver el partido de la Ventana FIBA en Nassau, aunque no parece un buen momento para mostrarse. Ah, por cierto, el CEO de una compañía hermana de FTX, Alameda, estaba hoy en Hong Kong tratando de llegar a Dubai, que no tiene acuerdo de extradición con los Estados Unidos.