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Los Bulls de la década de 2010 mostraron mucho potencial, especialmente antes de las lesiones de Derrick Rose. Parecían destinados a la grandeza, pero tuvieron que dejar ir a Rose y Joakim Noah, dos piezas clave que habían sido gravemente afectadas por lesiones.

La temporada 2015-16 de la NBA fue el último año en el que Rose y Noah vistieron la camiseta de los Bulls. Si bien Rose jugó 66 partidos y parecía estar completamente recuperado de sus lesiones, no era el jugador franquicia que los Bulls necesitaban. En cuanto a Noah, las lesiones lo limitaron durante la mayor parte de la temporada.

Los Bulls reiniciaron el equipo ese verano. Rose fue traspasado a New York Knicks y Noah ni siquiera recibió una oferta de los Bulls, por lo que se unió a Rose y firmó con los Knicks. Según Butler, las lesiones que sufrieron Joakim y Derrick podrían haber afectado su estado mental en cuanto a ganar.

"No creo que tuvieran visiones diferentes sobre lo que se necesitaba para ganar. No creo que todos estuvieran en la misma página, sinceramente, en cuanto a cuál sería el papel de cada uno", finalmente confesó Butler a CSN Chicago. "Eso fue lo que sucedió, para decir la verdad. Creo que si mirás el talento que tenía cada individuo, todos querían demostrar lo buenos que podían ser en cualquier noche".

Si Rose y Noah hubieran permanecido sanos, los Bulls habrían tenido un sólido Big 3. Podrían haber tenido tal vez una oportunidad de ganar un título. La dirección de los Bulls reconoció rápidamente que Butler estaba a punto de convertirse en un jugador franquicia. Y necesitaba jugadores que sacaran lo mejor de él. Los Bulls tomaron decisiones clave en el verano de 2016: la adquisición de Dwyane Wade y Rajon Rondo. Terminaron con un récord mediocre de 41-41 y fueron eliminados en la primera ronda. Después de la difícil temporada, los Bulls se deshicieron de Butler, Wade y Rondo.