El enojo de Larry Bird por no golpear a Jordan
18:37 29/09/2022 | Fueron apenas tres temporadas las del ex Celtics como entrenador, las suficientes para tener que sufrir a Su Majestad y no poder hacer justicia por mano propia.
La NBA en la época en la Larry Bird brillaba era una etapa donde el baloncesto y los golpes estaban muy de moda. Los jugadores a menudo se trenzaban en un gresca generalizada y donde cortar con falta, sin importar el riesgo del oponente era moneda corriente.
Larry fue un jugador muy corajudo, de muchas agallas, además un gran tirador con una mano de seda que podía ser fino y salvaje a la vez. Jamás le esquivó a una pelea o a una provocación y si se trataba de trash talk era el primero en hacerlo.
Contra Jordan tuvo grandes duelos con los cortos, dominando a Su Majestad en muchas ocasiones cuando este apenas llegaba a la liga, pero como entrenador, del otro lado de la línea, jamás pudo contra él y desesperado les pidió algo que a sus dirigidos que no pudieron plasmar.
“Uno de los partidos más frustrantes de mi corta carrera como entrenador fue cuando jugamos con Chicago en el United Center durante mi primer temporada. Todos los muchachos de mi equipo estaban rechazando tiros y desincronizados. Fue un partido difícil de ver para mí, porque mis muchachos seguían dudando, no entendía por qué hacían eso, dado que nunca los había visto hacer eso antes. Entonces me di cuenta que era por Michael Jordan, ellos estaban convencidos de que no podían vencer a los Bulls, mientras Jordan estuviera ahí”, recordó Larry en su libro Bird Watching.
Luego agregó: “Les dije a mis muchachos que la próxima vez que juguemos contra Chicag, quiero que golpeen a Jordan en el suelo si tienen la oportunidad. Eso es parte del juego ‘¿entendido?’ Pero no lo harían. Los tenía demasiado maniatados Michael Jordan, jugó el juego mental mejor que casi nadie. Realmente sabía cómo meterse en la cabeza de las personas”.
Larry Bird sufriendo a Jordan como nunca antes como jugador y quiso jugarle fuerte como cuando estaba con la de los Celtics, pero el respeto por Su Majestad ya era demasiado grande y el resultado fue que Indiana nunca pudo vencer a los Bulls.