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El video en el cual Shaquille O’Neal enumera todas las combinaciones posibles que tuvo James Harden en Houston como para pelear por un anillo es como una premonición que tras su salida de los Rockets nada iba a ser lo mismo para La Barba. Envuelto en críticas por su juego y por su vida por fuera de la cancha, el zurdo definitivamente está lejos de ser lo que era.

Lo que dijo Shaquille O'Neal sobre Harden hace más de un año cada vez es más real.pic.twitter.com/NymFcbsgTO

— Sexto Hombre (@6toHombreLATAM) May 13, 2022

Los tres primeros años en Oklahoma fueron por demás buenos, de menor a mayor, saliendo de la banca y produciendo mucho en el equipo que comandaban Kevin Durant y Russell Westbrook, de hecho fue en el único lugar que pudo acceder a una final de la NBA, pero tras esa derrota ante el Heat, no quiso revancha, buscó dinero y estrellato full en otro lado.

En Houston fue la segunda parada de su carrera y allí la explosión individual que lo puso en el pedestal de los grandes de la liga, convirtiendo puntos de todos los colores, generando mucho juego para sus compañeros y hasta con Mike D’Antoni casi que inventaron un nuevo  estilo de juego con el Small Ball (equipo bajo con todos tiradores), pero no les alcanzó para llegar a una final de la NBA, de hecho solo una vez estuvo cerca cuando en el 2018, los Warriors le dieron vuelta una serie en la que Rockets ganaban 3-2.

Desde su llegada a Houston hasta su última participación en Philadelphia, James Harden ha estado siempre en la postemporada y en estos diez años sus números en partidos claves han dejado tela para cortar, sobre todo este último en los Sixers donde solo convirtió 11 pts (4/9 cancha), dio 9 asistencias, pero solo tomó dos lanzamientos en la segunda mitad. Algo que el propio Joel Embiid, en otra muestra de su polémico liderazgo, ni bien salió del vestuario dijo que Harden ya no es lo que era antes.

Con respecto a esa afirmación del pivote camerunés, repasando todas las actuaciones de James Harden en el último partido antes que su equipo quede eliminado, se desprenden algunas actuaciones lamentables como en el 2015 ante los Warriors (su piedra más grande en el zapato, dado que lo eliminó cuatro veces), metió 14 puntos con un paupérrimo 2/11 en cancha (0/3 3P). Dos años después, con San Antonio de local su equipo perdió por 39 puntos y La Barba solo aportó 10 puntos (2/9 en 3P). Viniendo más acá, el año pasado en el duelo definitorio jugando para los Nets ante los Bucks disparó un 16 % en triples en ese séptimo juego con un flojo 2/12.

Pasaron diez años y como aseveró Shaquille O’Neal cuando la pelota pesa su temperamento comienza a desvanecerse y con ello comienza a caerse su marketing. Los promedios de Harden en juegos de ganar o morir son de 24.9 puntos, 6.4 asistencias y un bajo 31.1 por ciento en tiros de tres puntos (28/90) y un 41.3 en cancha (76/184), algo no tan malo en cantidad de puntos, pero si flojo en porcentajes, teniendo en cuenta lo mucho que tiene el balón en sus manos.

La Barba se va apagando, su fuego sagrado no enciende, sus malos hábitos como profesional lo dejan expuesto y su juego va perdiendo frescura con el paso del tiempo. A este ritmo será esa estrella devenida a actor de reparto que puede tener un rol importante si así lo asume, todavía depende de él su carrera, pero el tiempo corre y su prestigio sigue desgastándose.

En Twitter: @osoresmauro