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Donovan Mitchell se abrió esta semana sobre su tiempo en Salt Lake City y su relación con el ex compañero de equipo Rudy Gobert. Le dijo a Marc Spears en una entrevista que “hicimos muchas cosas especiales”, al tiempo que reconoció que un equipo del Jazz liderado por él y Gobert nunca avanzó a las finales de la Conferencia Oeste, y no cumplió con las expectativas alzadas hacia él y sus compañeros.

“La parte del juego simplemente no funcionó”, dijo Mitchell sobre su relación con Gobert. Mitchell, quien jugó cinco temporadas en Utah, también habló sobre los desafíos de ser un atleta de color en una ciudad predominantemente blanca, una experiencia que, según él, ha cambiado en Cleveland. Describió su experiencia en Utah como “agotadora”.“Si te soy sincero, en realidad nunca dije esto, pero fue agotador”, dijo Mitchell a Spears.

El cambio de escenario le ha sentado bien a Mitchell. Actualmente está promediando 29.5 puntos por juego, el mejor de su carrera, mientras lanza 50.3% desde el campo y 42.4% desde la distancia de 3 puntos. Su actuación está generando rumores de MVP incluso. También está dando como resultado victorias para una franquicia que estaba desesperada por una estrella que pudiera tomar las riendas, algo que no les ocurría desde LeBron. 

Para Donovan, la situación en Utah no fue un fracaso, es más, catalogó sus 5 temporadas en el Jazz como algo exitoso para él y para un equipo de Salt Lake que no había tenido esos niveles de competitividad desde la época de Stockton y Malone. Sin embargo, al ser consultado por un eventual retiro de su camiseta en la franquicia, Mitchell no lo vio como algo posible. O al menos, no cree haber hecho los méritos que debería para tener su #45 alzada en el techo dentro de unas décadas. "Me manejo a unos estándares muy altos. Creo que debería haber hecho más para tener semejante logro. Si bien lo que ocurrió en Utah fue especial, creo que debo ser exigente conmigo mismo", cerró el nuevo All-Star de los Cavaliers.