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La temporada 2024-25 no se perfila como la del gran salto para San Antonio, sino más bien como otra etapa de transición. A pesar del impacto inmediato de Victor Wembanyama en la liga y de su trabajo en la offseason sumando músculo, las proyecciones de ESPN apenas le otorgan un 1% de chances de meterse en los playoffs. La baja prematura de Wemby por una lesión de hombro los aleja de las ilusiones de play-in dejando a Fox como espada principal con el equipo 12º. Sin embargo, en este escenario de mediocridad se esconde una oportunidad que podría cambiar el rumbo de la franquicia: el draft 2025.

Con una marca proyectada de 31-51, San Antonio podría terminar entre los tres peores equipos de la liga, lo que le daría las mayores probabilidades de obtener el pick #1. Y ese primer puesto tiene nombre propio: Cooper Flagg. La joya de Duke está considerado el mejor prospecto en años, con una combinación letal de explosividad ofensiva, creatividad para generar juego y capacidad defensiva de élite. Su versatilidad lo convierte en el complemento ideal para Wembanyama, formando una dupla que, al menos en el papel, rememora la histórica combinación de Tim Duncan y David Robinson en la era dorada de los Spurs.

El paralelismo con el dúo de los años ‘90 y 2000 es inevitable. Aunque Robinson ya estaba en la parte final de su carrera cuando Duncan llegó, ambos formaron una sociedad que llevó a San Antonio a sus dos primeros campeonatos. En este caso, la historia podría repetirse con un giro moderno: Wembanyama está en pleno ascenso y Flagg llegaría para potenciarlo desde el inicio, construyendo un núcleo joven con potencial de dominación a largo plazo. La ecuación es sencilla: un mal año puede traer un futuro brillante. Si la suerte los acompaña en la lotería, podrían estar en camino de construir una nueva dinastía, repitiendo la exitosa fórmula que les dio sus primeros títulos.