Basquetplus.com

La vida tiene preparada para cada ser humano un destino, una prueba, a veces más fuertes, otras no tanto, pero siempre habrá con la que cada uno tendrá que luchar. Para David Blatt era todo devenir siendo un gran entrenador de baloncesto, conquistando Europa con el Macabi Tel Aviv de Israel y luego llegaría la NBA, dirigiendo nada más y nada menos que a LeBron James en su ciudad, en Ohio, con los Cleveland Cavaliers.

Desde los deportivo, el revés de haber sido cortado de los Cavs, en un equipo que al final de temporada terminó siendo campeón con Tyrone Lue en el banquillo, parecía ser algo fuerte y difícil de digerir, pero nada se compara a lo que vino apenas un tiempito después. Mientras estaba en su vuelta a Europa con el Olympiakos, un chequeo médico le arrojó una noticia inesperada, la cual era que padecía (y padece) la enfermedad de esclerosis múltiple, un mal que ataca el sistema inmunológico que degrada la cubierta protectora de los nervios, interrumpiendo la comunicación entre el cerebro y el cuerpo.

"Nunca te rindas. Te levantas por la mañana y no todos los días son iguales, no todos los días son un buen día. Pero lo asumes enfrentándote a ello, siendo abierto, siendo honesto sobre lo que puedes y no puedes hacer, o cómo puedes esforzarte para hacer un poco más, ser positivo, se proactivo respecto al tratamiento y a las distintas ayudas que puedes recibir",expresó en una charla con el periodista español Piti Hurtado para el sitio DAZN.com, en la que relató pormenores de su día en relación a su pelea contra la esclerosis.

Cuando este tipo de enfermedades ataca a personas ligadas al deporte profesional, rápidamente surge el paralelismo de un partido o en este caso, frases de entrenadores para meterse en el combate. "No hay ninguna cura asegurada para estas enfermedades difíciles. Tiene mucho que ver con tu motivación y tratar de ser la mejor versión de ti mismo, y como entrenador siempre les he pedido eso a mis jugadores y ahora me lo pido a mí mismo", aseguró.

"Hay muchos tipos de esclerosis múltiple y te puedo decir que ninguno de ellos es fácil de llevar. Pero en la vida le pasan muchas cosas a mucha gente, no sólo esta difícil enfermedad. Y la respuesta está en cómo te enfrentas a ello. Tu vida no se acaba con la esclerosis multiple, es solo un reto que tiene que afrontar y casi que tienes que dar la bienvenida a esa oportunidad para probarte a ti mismo y ser tú mejor versión posible”, agregó Blatt, quien para su recuperación trabaja día a día con entrenamientos en la piscina y en todo lo que este a su alcance para tener un mejor pasar en relación a la enfermedad, la cual es de carácter progresivo.

Pasión como en la cancha cuando jugaba o como cuando diseñaba una salida para su jugador estrella o mismo cuando se encabronaba con algún dirigido por no cumplir con las tácticas. Ahora se trata de la entereza para pelear más duro, y ahí está David Blatt, metiéndole corazón porque en la cancha como en la vida, nunca está dicha la última palabra y de eso se trata vivir.