Informe

El tuit de los 400 millones de dólares

10:57 16/10/2020 | Hace casi un año, una persona publicó en su red social apenas una imagen que desató un conflicto internacional y tuvo consecuencias impensadas.

Este tuit costó 400 millones de dólares

Apretar enter parece una acción inofensiva. Lo es en el 99.99% de los casos, aunque cada vez trae más repercusiones y consecuencias que, en algunos casos, uno no considera o no mide. Los miles de millones de personas que usan redes sociales hacen que el destino final de un posteo no se conozca nunca de antemano. 

El 4 de octubre de 2019, ya anocheciendo en Houston, Daryl Morey, general manager de los Rockets y partícipe muy activo de las redes sociales, tuvo una idea que, seguramente, no pensó demasiado. O sí, pero si lo hizo, no calculó el tsunami que ocurriría después. 

Morey, como todos los Rockets y como la NBA entera, mantenía una fluida relación con China a partir de la enorme difusión que le había dado al equipo en ese país tener durante varios años como jugador a Yao Ming. Y ni hablar de la relación de la NBA con China: clave desde lo estratégico y desde lo económico. 

Pues bien, a las 19.41, a Morey no se le ocurrió mejor cosa que, sin siquiera escribir una letra, colocar el logo de la marcha en Hong Kong que pedía por la libertad de los ciudadanos de ese país. Fight por Freedom, Stand with Hong Kong era el lema. Algo así como Pelea por la libertad y quédate con Hong Kong. Recordemos el momento. Fue en medio de las protestas que, en muchos casos, se reprimieron violantamente desde el regimen prochino de Hong Kong. 

La repercusión fue inmediata y demoledora. China salió a cruzar a Morey, por lo que saltaron las alertas de todos. El dueño de los Rockets salió a decir que Morey no representaba las ideas de la franquicia, que no se metía en temas políticos. La NBA publicó una solicitada en Weibo, conocido como el Twitter chino, diciendo que Morey "había ofendido profundamente a muchos de nuestros amigos y fans en China, lo que es lamentable". 

El 6 de octubre, Yao Ming en persona, ahora presidente de la Federación China, se olvidó su pasado y anunció que la CBA interrumpía su programa de colaboración con los Rockets. "La Asociación China de Baloncesto no está de acuerdo con los comentarios inapropiados de Daryl Morey y ha decidido suspender los intercambios y la cooperación con el equipo"

¡Oh no, el edifició se cae a pedazos! ¿Quién arregla esto? decían en Estados Unidos. El mismo 6, la CCTV (televisión china), comunicó que no transmitiría más los partidos de Houston y el consulado de China en Houston sacó un anuncio donde también se mostraba profundamente decepcionado. A esta altura, ya no era un Tsunami, sino la Guerra de las Galaxias. Recordemos cómo había empezado: con un tuit. 

El 7 de octubre, se fue todo por los aires, porque se metieron a opinar los políticos demócratas y republicanos. Lo peor es que la discusión se dio vuelta, porque salieron a bancar a Morey y a criticar a la NBA por pedirle disculpas a China. El amigo Adam Silver, entonces, decidió poner los amigos sobre la mesa y dio un vuelco importante, declarando que la NBA no iba a censurar ni a jugadores, entrenadores o directivos. "Sé que hablar libremente trae consecuencias, y tendremos que convivir con ellas". 

Ahora sí, se pudrió todo. Si bien salieron muchos a bancar a Silver (Popovich, por ejemplo), Trump aprovechó la volteada y le pegó a la NBA, a Silver, a Popovich y a todo lo que pasara cerca. ¿Ah, sos guapo? parecieron decir los chinos. Y entonces la CCTV decidió dar de baja las transmisiones de la NBA. Y publicó: "Cualquier discurso que desafíe la soberanía nacional y la estabilidad social de un país no está dentro del alcance de la libertad de expresión". 

Hasta South Park hizo un capítulo especial tomándole el pelo a los chinos por lo ocurrido. En un momento, uno de los protagonistas dice: "Nosotros amamos el dinero más que la libertad y la democracia. Xi no llega a ser Winnie the Pooh. ¡Sintonice nuestro episodio número 300 este miércoles a las 10! ¡Viva el gran Partido Comunista de China! Que la cosecha de sorgo de otoño sea abundante. ¿Estamos bien ahora China?"

A todo esto, lo más loco es que había dos equipos chinos jugando amistosos contra equipos de la NBA; Shangai Sharks y Guangzhou Loong Lions. Es más, el 8 de octubre, los Lions jugaban en Philadelphia y la policía tuvo que detener a varios fans que fueron con remeras y carteles que decían "Libertad para Hong Kong", e insultaban a los jugadores chinos. Lo mismo ocurrió un día después en Washington. 

Ese miércoles 9, se fue llegando al momento pico: todos los sponsors chinos de la NBA cortaron relación con la Liga. Pero esto no es todo. En Japón, Houston y Toronto estaban jugando partidos de exhibición y, en la conferencia de prensa pre partido, impidieron a los periodistas norteamericanos que preguntaran por el conflicto con China. La NBA tuvo que pedir disculpas luego. 

Nike tuvo que sacar todo lo relacionado a los Rockets de sus locales en China y otros negocios directamente todo lo que era merchandising de NBA. ¿Final? No, sigue. El 12 de octubre, los Lakers debían jugar contra los Nets en Shenzhen. LeBron quiso salvar la ropa declarando que el tuit de Morey había sido poco educado, pero no pudo arreglarla. El partido se jugó, pero se eliminaron todas las promociones previas. Fue casi un partido fantasma. Ah, en Hong Kong los manifestantes prendieron fuego camisetas de James en las protestas. LeBron quiso enderezarla, pero cada vez que hablaba, la embarraba más. 

Hubo más acciones de activistas en partidos de la temporada NBA, que comenzó días después, más figuras que salieron a apoyar a Morey (Shaq entre otros), pero con el comienzo del torneo y el Covid que explotó justamente en China en enero, el tema pasó a un segundo plano. La NBA se suspendió en marzo, volvió en julio, y esta semana terminó con la coronación de los Lakers, con la CCTV transmitiendo los últimos dos juegos, casi exactamente un año después de cancelar su convenio.

Los Rockets de Morey fallaron intentando ganar el anillo jugando solo con petisos y hoy Morey renunció a su cargo, un año y 11 días después del tuit que provocó una de las historias más increíbles de todos los tiempos en la NBA. Se calcula que el chiste (o el tuit, mejor dicho), terminó costando aproximadamente 400 millones de dólares por todos los acuerdos caídos, sobre todo el de la TV. Ahora Silver seguirá remando para recuperar el estado previo. La 2019/20, está claro, nadie se la olvidará jamás. 

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