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Ya era sabido de antemano que París 2024 sería especial. Sobre todo cuando los propios Estados Unidos empezaron a hacer notar que hirían con todo su potencial. O sea, cuando LeBron James dijo que iba a ir. Eso empujó a otras megaestrellas como Steph Curry. Kevin Durant había ido a los 3 anteriores, con lo cual era previsible que se presentaría, y luego Steve Kerr fue armando la mejor armada posible que tiene su país para jugar hoy un torneo. Puede haber discusiones con Jaylen Brown o Kyrie Irving, pero la realidad es que están prácticamente todos. 

Eso no pasaba desde Londres 2012, justamente la última vez que estuvo LeBron y donde también confluyeron Kobe Bryant, Carmelo Anthony, el propio Durant, Chris Paul, James Harden y un joven Anthony Davis. Pero el tema para calificar a estos Juegos como los mejores de la historia no tiene que ver justamente con Estados Unidos, más allá de que sin los mejores de ellos esto sería otra historia. 

Tiene que ver con la cantidad enorme de excelente jugadores que hay en París (debe ser el torneo con menos ausencias de este siglo al menos), y con la cantidad de países que se presentan como aspirantes a medalla. Incluso a la de oro. Porque los 8 que están en cuartos de final buscar una presea, y de ellos, por lo menos 4 quieren la dorada: Estados Unidos, obvio, Alemania, Serbia, Francia y Canadá. Uno ya va a quedar afuera de la lucha el martes (Francia o Canadá), que se enfrentan entre ellos. 

Pero volviendo a lo del nivel. Otro dato contundente: 51 jugadores NBA en el torneo. Récord. Y no 51 cualquiera. Solo Canadá tiene 10 top, con la presencia por primera vea de Jamal Murray en un torneo grande. Y otros 9 que juegan mucho en la NBA, con Shai como líder, pero también el peso de Brooks, Barrett, Nembhard y demás. Y un coach español que es excelente para intruirlos un poco más en el básquet FIBA. Fue una maquinita hasta ahora que supo como ganar cada encuentro, incluso uno complicado como el de España. Shai está en modo FIBA muy estable y los demás giran a su alrededor. Nembhard sorprendió con un nivel alto y todos esperan por Murray, al que el juego fuera de la NBA no le conviene. 

Serbia tiene al 3 veces MVP de la NBA, Nikola Jokic, y a otro crack a nivel FIBA como Bogdan Bogdanovic. Más Micic, Avramovic, Guduric, Dobric, etc. Quizá no sea el cuco de otros tiempos, pero sabe jugar estos torneos. Tiene hambre, un entrenador que conoce todos los secretos y, aunque quizá pasado de moda, sabe cómo sacarle el máximo a sus jugadores. Todavía está en deuda, pero quién apuesta que no aparecerán desde el martes. 

¿Y Alemania? El campeón del mundo está en un momento inmejorable para arrebatarle la medalla de oro a unos Estados Unidos que, siendo los mejores primeros y todo, todavía nadie sabe bién dónde están parados, porque el juego contra Serbia cuenta a medias (los serbios no dieron todo y no tenía sentido que lo hicieran), y después tuvieron poca oposición en Sudán del Sur y Puerto Rico. Los africanos incluso los molestaron bastante. Alemania es, a nuestro juicio, el que mejor básquet mostró hasta ahora, el que logró la victoria más resonante (paliza a Francia) y el que está todavía un paso más arriba de lo que estuvo en el Mundial. Es nuestro favorito. 

Francia hasta ahora ha tenido un muy mal torneo, no solo por ese juego ante Alemania, sino por el que le regaló Japón. No está cómodo con la presión de la localía, y tampoco con el juego, como lo demostró el choque entre Fournier y Collet que marcará el futuro del equipo. Si bancan al coach o bancan al jugador. En cualquiera de los dos casos, pueden salir favorecidos porque es un torneo corto, pero sobre todo perjudicados, porque si algo necesitan es más equipo, no menos. Igual, su plantel lo hace claro candidato a medalla. 

A los otros tres (Australia, Grecia y Brasil), tampoco hay que tomarlos como equipos desestimables. Al contrario. Australia empezó siendo un violín y se definfló, pero tiene 8 NBA, mucho tamaño, talento, perímetro picante y le puede ganar a cualquiera. Incluso a Estados Unidos. Grecia, tras estar a medio paso del boleto de vuelta, se metió entre los 8 y eso le cambió por completo la esperanza y expectativa. Cualquier equipo que tenga a alguien como Giannis puede aspirar al podio. Brasil, por último, es el más flojo quizá de los clasificados a cuartos, pero hasta ahora hizo un buen torneo. No desentona. 

Lo de Francia, incluso, tiene que ver con este altísimo nivel del que hablamos. Y la sensación, al menos nuestra, de que Estados Unidos no va a ganar este torneo caminando, también. El nivel de ejecución está en un nivel NBA y lo táctico de FIBA le agrega ese extra que muchas veces no tiene el de la NBA. Y al revés, el juego físico de la NBA le agrega eso que casi siempre falta en el básquet FIBA. Todos juegan arriba del aro, todos manejan una intensidad distinta, todos tienen un IQ alto de entendimiento, principalmente los que pasaron. Pero cómo no reconocerle lo mismo a España. Japón tampoco fue el débil de turno y Sudán del Sur superó todas las expectativas. 

Por todo eso, entonces, estamos ante una definición que promete elevado nivel de juego, talento a raudales, choques parejos, definiciones emocionantes y todo lo necesario como para que, los tres que se lleven las medallas, puedan jactarse de haberlas logrado en el evento más grande de todos los tiempos. 

Fabián García / [email protected]
Enviado especial a París, Francia
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