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San Martín, un equipo decidido. Los correntinos consolidaron su columna vertebral, con la que finalizó la campaña pasada. La habilidad en ataque de Matías Solanas, acompañado por Santiago Ferreyra y ayudados por las labores de Javier Sainz y Emiliano Basabe son los nombres bases que se tomaron para este plantel. Además, también de la confianza a la dirección técnica de Diego Vadell, la voz que guio al gallo a semifinales el año pasado.

Precisamente a esas instancias eliminatorias con Instituto hay que remontarnos para observar la fortaleza de los correntinos en el Fortín. Tras perder los dos primeros partidos de aquella serie en Córdoba, fueron a Corrientes. En la tierra del payé sacaron dos triunfos a quien terminaría siendo el campeón de aquel torneo tras ganar el quinto juego y luego sobrepasar a Quimsa. 

Fue así que se empezaría a construir un misticismo en el estadio Raúl Argentino Ortiz. El rojinegro reiniciaría la Liga Nacional con una seguidilla de tres partidos en casa. Ganó los tres partidos, el primero con Instituto, el último campeón y actual líder del torneo, por 86 – 74 y también le ganaría a Gimnasia CR, último campeón de la Copa Súper 20, por 79-73. Desde entonces solo continúo ganando y acumuló 14 victorias de local, 13 al hilo. Solo fue derrotado a domicilio por Quimsa.

Pero si hablamos de lo bueno, debe haber un contrapunto. A las 14 victorias que el santo consiguió de local, solo podemos sumar una de visitante. En el Héctor Etchart, le pudo ganar a Ferro por 85-84. Fuera de ahí perdió en todas sus salidas a la ruta, con lógica a la hora de enfrentar a los buenos o medianos equipos, pero raramente también con los peores. Atenas fue el último en sacar provecho. El griego que solo tiene 3 victorias en el campeonato, le ganó por 81-79. Así también lo hicieron los otros del fondo, San Lorenzo por 73-68 y Unión por 74-72. 

Esta difícil racha que acarrea el gallo le puede costar caro. El equipo tiene un promedio de 50% y se ubica en la décima segunda posición de la tabla. Son el último lugar para la reclasificación. Una zona compleja para transitar por el temor de quedarse sin postemporada o por los difíciles rivales que te pueden tocar. El próximo partido será ante el ciclón en Corrientes y luego le quedarán 3 partidos de visita (el clásico ante Regatas y el otro ante Obras). Para revertir la situación deben conservar la confianza de local ya que recibirán a La Unión (competidor inmediato para la reclasificación), a Independiente y a Olímpico.