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Luís Scola fue jugador de cinco Mundiales y cinco Juegos Olímpicos, pero también hubo uno que no muchos se acuerdan, aunque él si lo tiene grabado en sus memorias. Es que Luifa fue parte del Mundial de 1990, disputado en Argentina, pero no en el plantel argentino.

Es que un joven Scola, con solo diez años, era sobrino de Jorge Becerra, integrante de la Comisón organizadora del Mundial. Entonces fue alcanza pelotas en el Luna Park en varios partidos, pero sobre tod en la definición entre Yugoslavia y URSS.

La leyenda argentina estuvo en estos días en la sede de FIBA en Suiza, recorrió el museo y encontró el cartel alusivo al Mundial, lo que lo llevó a recordar. “Estaba ahí limpiando el piso, pasando pelotas y simplemente haciendo el trabajo de alcanza pelotas” contó Luís a la prensa de FIBA.

A su vez, Scola también contó que se sorprendió luego porque en 2002 jugó ante uno de los protagonistas de aquella final. “Fue genial porque 12 años después, tuve la oportunidad de jugar contra Vlade Divac, en la final de la Copa del Mundo”.

Años después, en La Nación, Scola contó que se sacó fotos con todos los jugadores de ese Mundial, pero el rollo se le rompió y “sólo se salvaron una foto con Petrovic y una con Oscar”.