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Luís Scola llegó a la NBA después de haber sido estrella de Tau Cerámica y con el MVP del Preolímpico de Las Vegas como carta de presentación. A sus 27 años, el interno fue uno de los mejores debutantes de la NBA.

Ese año también hizo su debut Kevin Durant, que estaba llamado a ser una de las grandes estrellas de la liga a corto plazo. Había sido elegido en la segunda posición del Draft por Seattle SuperSonics, solo por detrás de Greg Oden, que fue el primero y lo tomó Portland Trail Blazers.

Precisamente, el actual jugador de Brooklyn Nets fue elegido el Rookie del año, con 20.3 puntos, 4.4 rebotes y 2.4 asistencias en 80 partidos disputados. La elección lo tuvo como ganador con 90 votos al primer puesto sobre 125 periodistas. Además, Durant se llevó el premio al Rookie del mes en la Conferencia Oeste en noviembre, diciembre, enero, marzo y abril.

El único que le faltó fue febrero, y ahí el premio se fue para Argentina. Es que Luís Scola le arrebató el galardón. Esa etapa de la temporada fue excelente para Houston, con 13 triunfos y sin derrotas, y con el interno como una de las figuras. En ese febrero, Scola promedió 11.7 puntos y 5.9 rebotes, con un 62.8% en tiros de campo.

Finalmente, ambos compartirían el mejor quinteto de rookies de la temporada y también el argentino fue parte del partido entre los jugadores de primero y segundo año del All-Star de la NBA.