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El paso de Pablo Prigioni por la NBA fue corto, pero muy productivo y entretenido. Les demostró a todos que no le pesaba la competencia y de que podía rendir como siempre lo hizo en Europa y en los torneos internacionales con el seleccionado argentino.

En total disputó 270 partidos en la competencia de Estados Unidos (51 como titular) y algo que lo caracterizó siempre fue su capacidad para robar el balón, una herramienta que le permitió promediar 1.0 hurtos por encuentro en la NBA. 

Sus artimañas para provocar pérdidas eran múltiples e indescifrables y una de ellas se conoció gracias a lo que dijo el base cordobés en una entrevista con Fabricio Oberto en el sexto capítulo de DTMB. 

El involucrado y víctima de la astucia del cordobés fue Kyle Lowry, actual base de los Raptors. “Antes de que la reciba me acerco y le digo, ¡qué temporada estás haciendo! ¿Bajaste de peso? Estás increíble, la estás rompiendo. Seguí así, le comenté y después le metí una palmadita", comenzó relatando el asistente de los Timberwolves. 

Dopado por los halagos, Kyle no se imaginó lo que pasaría después: "El flaco pensó que era imposible de que yo le fuera a quitar el balón después de esa charla y cuando giró para recibirla yo ya se la había robado". 

Una mala mirada del base campeón de la NBA en 2019 fue el resultado posterior. Pablo le bajó revoluciones al asunto y sentenció de forma contundente, como siempre lo hizo en la cancha: "¿Qué queres? Un robo es un robo". 

Ignacio Miranda/ [email protected]
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