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Tyr es considerado en la mitología nórdica un dios de la guerra y la justicia. El más valiente de todos, respetado por el resto y reconocido en todo el mundo por su coraje y, especialmente, su sacrificio en pos de los demás, para que puedan perseguir un objetivo en común y concretarlo cuando todo parecía perdido.

Su reputación fue adquirida luego de que Tyr perdió su mano en la boca de Fenrir, un gran lobo cuyo caos estaba a la orden del día. Para que el resto de los dioses pueda encadenar al indómito animal, el protagonista tuvo que meter su mano derecha en la boca de la bestia, quien al ver el movimiento le arrancó el miembro de su cuerpo sin pestañear. 

Eso permitió que los otros luchadores le introduzcan una espada en la boca a Fenrir y lo encadenen hasta el Ragnarok, una lucha que, según la mitología nórdica, es del fin del mundo, en la que se enfrentan algunos dioses. 

Gabriel Deck no es un dios, tampoco una bestia. Pero podría ser ambos. Lo que sí está claro es que, al igual que Tyr, el de Santiago del Estero siempre parece estar dispuesto a sacrificarse para que el resto de sus compañeros puedan brillar y, por supuesto, ganar en el intento. 

En esa solidaridad tampoco se deja reposar y en los últimos encuentros el de Real Madrid está dando un salto de calidad, otro más en su ascendente carrera que lo vislumbra desde lo más alto de España con apenas 26 años.

Su crecimiento reside en hacer lo de siempre, agregándole otras cosas a su repertorio. El ataque en el poste bajo, el juego sin balón y la defensa versátil ante guardias, alas o centros forman parte de su juego nodal, pero en la actualidad también dio un paso al frente en protagonismo y tiro exterior, erigiéndose como uno de los máximos anotadores del equipo.

Su lanzamiento es uno de los principales y motivos y en la actualidad, con tres partidos menos de diferencia, el alero ya superó su cantidad de triples anotados con respecto a los que logró en la temporada anterior, pasando de 21 a 29 en 49 partidos (52 disputó en la 2019/20) y tirando un volumen muchísimo mayor (de 60 a 82).  

Además, sus porcentajes de tres se fueron del 35.0% en la 2019/20 al 35.4% en la actual, con 1.6 intentos por juego que demuestran también el crecimiento exterior del argentino, que tiraba 1.1 en temporada anterior. 

¿Y en el sector anotador? Otro cantar, mismo resultado. Está promediando 0.7 puntos más que en la 2019/20, con casi la misma cantidad de partidos: 8.5 en la campaña pasada y 9.2 en la 2020/21. De hecho, convirtió ya más puntos que en la temporada anterior, dando esos tres partidos de ventaja (445 a 453).

Esto también viene emparejado de la confianza que le da Pablo Laso, el entrenador merengue. En esta campaña el exjugador de Quimsa y San Lorenzo está siendo usado mucho más, pasando de 17.9% en la 2019/20 a 18.8% en la actual, y respondiendo con creces.

Hombre de una sola mano, dios manco. Esos eran algunos de los adjetivos que poseía Tyr. Solidaridad, compañerismo, altruismo. Esos son los que acompañan a Gabriel Deck. Dos soldados, dos semihumanos que buscan que el resto brille, sin importar lo que deban hacer para lograrlo.

¿Hasta dónde llegará el santiagueño? ¿Podrá seguir creciendo? Seguramente, lo suyo no tiene techo y cada sueño imposible está deshecho. El egoísmo no estará nunca en su lecho.  

Ignacio Miranda/ [email protected]
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