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El suculento contrato que firmó Harden con los Rockets hace un par de temporadas es la principal traba para la salida de La Barba de Houston, como así también la poca intención que tiene la franquicia de Texas de deshacerse de su estrella, a quien le ha dado todo y mucho más, pero aún sin el éxito deportivo esperado de llegar al menos a la final de la NBA.

Tras los sondeos pocos probables que se tejieron con Brooklyn y Philadelphia, ahora Harden mira con muy buenos ojos un traspaso a Milwaukee Bucks o Miami Heat. Sin embargo las ecuaciones para la llegada de JH parecen muy complicadas también.

El Heat tiene una muy buena base de la campaña pasada, han renovado a Adebayo por 163 millones y sostienen en la plantilla a otras dos figuras como Jimmy Butler y Goran Dragic, más los jóvenes Tyler Herro y Kendrick Nunn. Se sabe que para traer a Harden deberán dar algo de esta base, por lo que habrá que ver si Pat Riley está dispuesto a modificar está estructura sólida por el exjugador más valioso de la liga.

En Milwaukee la premisa era mejorar el equipo a como de lugar, para no decirle adiós a Giannis Antetokounmpo y para ello en una muy buena movida de la agencia libre se hicieron con Jrue Holiday de los New Orleans Pelicans sin dar tanto a cambio más que picks. En relación a esto, no se estima qué puede llegar a pedir Houston a Milwaukee para entregar a Harden y tampoco se sabe qué ofecería como moneda de cambio Milwaukee para conformar la dupla JH-Antetokounmpo, sin duda atractiva pero difícil de congeniar por lo dueño que son ambos de cada uno de sus equipos.